Mons. Lozano: "El pesebre es un signo y a la vez una provocación"

  • 11 de diciembre, 2022
  • San Juan (AICA)
El arzobispo de San Juan de Cuyo sostuvo que "el pesebre nos centra en la importancia de lo que no cuenta", y lo definió como "un llamado a transitar el camino de la humildad y la pequeñez".

Monseñor Jorge Eduardo Lozano, arzobispo de San Juan de Cuyo y secretario general del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), explicó la simbología del pesebre al destacar las múltiples versiones, aunque con un mensaje coincidente, que comienzan cada 8 de diciembre a verse en los hogares, los comercios y los templos.

“Toda la atención se centra en esa cuna aún vacía pero cargada de promesa y de presencia que se avecina”, destacó, y citó la descripción que hizo el apóstol San Pablo: “Cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la Ley, para rescatar a quienes estábamos bajo el domino de la Ley y para que recibiéramos el ser hijos adoptivos de Dios”.

“El pesebre es un signo y a la vez una provocación. Nos empuja a desinstalarnos”, aseguró en su reflexión semanal. 

El arzobispo sanjuanino advirtió que en el tiempo previo a la Nochebuena, se corre el riesgo de quedarse en una mirada fantasiosa y aislada de la realidad. “Debemos vencer la tentación de encerrar el acontecimiento de la Navidad en una foto o en un armado escenográfico de utilería que se coloca y que, luego de usarlo, se guarda”, agregó.

“El pesebre nos centra en la importancia de lo que no cuenta. En una de las oraciones que rezamos durante el Adviento le decimos a Dios: ‘Tú, que siendo grande, te hiciste pequeño; Tú, que siendo fuerte, te hiciste débil; Tú, que siendo rico, te hiciste pobre’. Es un llamado a transitar el camino de la humildad y la pequeñez”, concluyó.+