El Papa: Las personas con discapacidad "enriquecen" a la Iglesia
- 3 de diciembre, 2022
- Ciudad del Vaticano (AICA)
Mensaje del Santo Padre con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad: "Su presencia puede ayudar a transformar las realidades en las que vivimos".
“El magisterio de la fragilidad es un carisma que enriquece a la Iglesia”, señaló el papa Francisco en uno de los pasajes centrales de su mensaje para el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, difundido hoy por la Oficina de Prensa de la Santa Sede. “Ustedes, hermanas y hermanos con discapacidad -escribe el Papa- pueden enriquecer a la Iglesia: su presencia puede ayudar a transformar las realidades en las que vivimos, haciéndolas más humanas y acogedoras”.
“Sin vulnerabilidad, sin límites, sin obstáculos que superar, no habría una verdadera humanidad. Y por eso me alegro de que el camino sinodal esté resultando una ocasión propicia para escuchar por fin también la voz de ustedes y que el eco de esta participación haya llegado al documento preparatorio de la etapa continental del Sínodo”.
Francisco alertó además sobre el peligro que la Iglesia, a pesar de sus propias enseñanzas, pueda “imitar el modo en que la sociedad deja de lado a estas personas”. Señalando algunas formas de discriminación en el mundo: la falta de escucha, la violación del derecho a elegir dónde y con quién vivir, la negación de los sacramentos, la acusación de brujería, los abusos, que “describen la cultura del descarte con relación a las personas con discapacidad”, afirma el Papa.
El pontífice reitera que comunicar el Evangelio no es una tarea reservada a algunos, “sino que es una necesidad imprescindible de cualquier persona que haya experimentado el encuentro y la amistad con Jesús”.
“La confianza en el Señor, la experiencia de su ternura, el consuelo de su compañía no son privilegios reservados a unos pocos, ni prerrogativas de quienes han recibido una formación cuidadosa y prolongada. Por el contrario, su misericordia se deja conocer y encontrar de manera muy particular a quienes no se fían de sí mismos y sienten la necesidad de abandonarse en el Señor y de compartir con los hermanos”.
“Espero que cada comunidad cristiana se abra a la presencia de hermanas y hermanos con discapacidad asegurándoles siempre la acogida y la plena inclusión”.
También en el mensaje recordó el sufrimiento de hombre y mujeres con discapacidad que viven en situaciones de guerra: “¿Cuántas personas -en Ucrania y en los otros escenarios de guerra- permanecen confinadas en los lugares donde se combate y ni siquiera tienen la posibilidad de huir?”, haciendo un llamado a “brindarles una atención especial y facilitarles el acceso a las ayudas humanitarias por todos los medios”.
Finalmente, el pontífice invito a mirar la realidad y las necesidades de las personas con discapacidad “con ojos nuevos”, para derribar las barreras que cuando no las padecemos parecen insignificantes.