Mons. Scheinig: "La esperanza cristiana es saber que Dios está siempre viniendo"

  • 30 de noviembre, 2022
  • General Rodríguez (Buenos Aires) (AICA)
En el día de su fiesta patronal, la comunidad parroquial de la Medalla Milagrosa de General Rodríguez participó de una Eucaristía celebrada por el arzobispo de Mercedes-Luján.

En el día de su fiesta patronal, la comunidad parroquial de la Medalla Milagrosa de General Rodríguez participó el domingo 27 de noviembre de una Eucaristía presidida por el arzobispo de Mercedes-Luján, monseñor Jorge Eduardo Scheinig. Concelebraron el presbítero Alejandro Trobo, párroco de la comunidad; y los presbíteros Héctor Costa, Andrés Rogowickz y Franco Carreras.

En su homilía y refiriéndose al tiempo de Adviento, el arzobispo recordó que “Dios se hace hombre, está con nosotros y nunca no nos va a abandonar, se hizo igual a nosotros en todo, menos en el pecado, y viene para quedarse con nosotros”.

“Jesús vino en la Navidad y vendrá al final. Pero siempre está viniendo”, agregó, y animó: “En esta fiesta patronal, me gustaría decirles que Dios está. Dios no se aleja de nuestra vida, Dios camina con nosotros y se hace presente de muchas maneras”.

“Los invito a que nunca desesperemos, que tengamos el corazón lleno de esperanza. La esperanza cristiana es saber que Dios está siempre viniendo, y si conservamos esta certeza en nuestro corazón, la vida de todos los días, la vivimos de otra manera. No perdamos esa seguridad. Dios viene a nuestra vida siempre. Vino, vendrá, y viene”, puntualizó.

Recordando la historia de Santa Catalina Labouré y de la Medalla Milagrosa, monseñor Scheinig los animó a ser una comunidad cristiana, llamada a hacer presente a Dios y a la Virgen: “Ustedes deberían ser como la Medalla, para hacer que muchos en estos barrios sientan que Dios está viniendo siempre”.

Al concluir la homilía, el arzobispo agradeció a la comunidad parroquial por “el esfuerzo de embellecer el templo, por todo lo que han trabajado en la pandemia, en la caridad, para atender a los más pobres, acompañando con la presencia y las celebraciones, rezando, obrando, estando, dando de muchas maneras la seguridad de que Dios está”. También rezó para que “Dios siga impulsando la vida de esta comunidad, siendo las manos y los pies de Jesús a través de la fuerza de los gestos, para que la gente experimente la compañía de Dios y la Virgen”.+