En tiempos de guerra, construyan puentes de reconciliación, pidió el Papa a checos y eslovacos

  • 10 de noviembre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Francisco recibió hoy a los miembros del Colegio Pontificio Nepomuceno, el seminario para checos y eslovacos en Roma, y los instó a construir puentes de encuentro, paz y diálogo.

El papa Francisco recibió este jueves 10 de noviembre, a seminaristas del Colegio Pontificio Nepomuceno a los que pidió, especialmente por medio de la oración, “crear puentes”, donde existen conflictos y guerras “para que dos orillas lejanas y enemigas vuelvan a comunicarse”. 

En su discurso, el Papa recordó el testimonio vivo del patrono del colegio, San Juan Nepomuceno, que vivió en Bohemia durante el siglo XIV. Siendo confesor de la reina de Bohemia, se negó a revelar al rey lo que la reina le decía en la confesión, por lo que fue torturado y asesinado arrojándolo desde un puente debido a su firme devoción al sacramento.

El papa Francisco destacó que su valentía es un ejemplo de los innumerables obispos y sacerdotes que soportaron años de decir "no a los regímenes" de manera similar para permanecer fieles a la misión de la Iglesia y su vocación.

La constancia y el coraje, rasgos que se remontan a San Juan de Nepomuceno, deben permanecer siempre en la visión de los seminaristas, señaló el pontífice, como “raíz viva” para su servicio como ministros de la Iglesia.

Ser capaz de decir “no” a las presiones del mundo, fuertemente exacerbadas por los medios de comunicación, los poderes políticos y las presiones culturales, es una parte clave de ser cristiano, dijo el Papa.

El “sí” que San Juan de Nepomuceno dijo a la Iglesia y a Cristo es para nosotros un ejemplo de “la primacía de la conciencia sobre cualquier poder mundano”.

“Espero que el Pontificio Colegio que lleva el nombre del gran sacerdote y mártir bohemio sea siempre casa y escuela de libertad, de libertad interior, fundada en la relación con Cristo y el Espíritu Santo”.

Construyendo puentes
Una forma adecuada de honrar la memoria de San Juan de Nepomuceno, reflexionó el Papa, es “tendiendo puentes” dentro de nosotros mismos y de diálogo entre diferentes grupos de personas donde hay divisiones y malentendidos.

“Necesitamos ser nosotros mismos puentes, humildes y valientes instrumentos de encuentro, de diálogo entre personas y grupos diferentes y opuestos”.

Este es un rasgo clave en la “identidad del ministro de Cristo”, dijo el Santo Padre, como lo demuestran las historias de “tantos santos sacerdotes y obispos” que sirvieron como pacificadores en momentos de conflicto y división.

El primer paso para construir estos “puentes” de fraternidad y diálogo, continuó el Papa, es principalmente a través de la oración, o “llamar insistentemente al corazón de Cristo”.

El pontífice se refirió luego a una meditación pronunciada por el cardenal Martini en enero de 1991, durante la Guerra del Golfo: “La intercesión significa ponerse donde se desarrolla el conflicto, entre las dos partes en conflicto. Es el gesto de Jesucristo en la cruz".

En tiempos de guerra como el actual, dijo el Papa, esta reflexión es especialmente relevante, ya que sólo Jesucristo puede traernos la paz y romper los muros de la enemistad.

Más que ponernos a nosotros mismos como el centro de nuestra vida, debemos poner únicamente a Jesús como centro, huyendo de “la tentación del protagonismo mundano”. “¡No podemos ni debemos ser nosotros en el centro, sino Él!”, subrayó.

Al señalar que el Colegio Nepomuceno creció para incluir muchas nacionalidades diferentes, el Papa concluyó diciendo que la diversidad es una manera de practicar la construcción de mejores “puentes” como “servidores de la cultura del encuentro, capaces de captar en el otro la peculiar originalidad y al mismo tiempo, la humanidad común”.+