Mons. Ojea: "Estamos llamados a poner gestos de vida"

  • 6 de noviembre, 2022
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
"Estamos llamados a la vida, pero ya en la tierra pregustamos la resurrección; tenemos como anticipos de la resurrección a través del amor, a través de la caridad", recordó el obispo de San Isidro.

El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Vicente Ojea, reflexionó sobre el Evangelio dominical que “presenta una secta de maestros de Israel llamada de los Saduceos, que negaban la resurrección. Creían que la relación con Dios se daba solamente en la tierra”, y explicó que querían “hacer ridícula la resurrección; y se presentan con esta argumentación: ‘¿Si una mujer tiene siete maridos ¿Cuál va a ser su verdadero marido en la resurrección?’”.

“Jesús no quiere entrar en esta dialéctica de burla y de poner en ridículo la realidad de la resurrección, sino que afirma la resurrección como otra dimensión de la existencia. Allí viviremos bajo otras categorías totalmente distintas, otros parámetros; seremos transfigurados por la luz de Dios, le daremos Gloria, estaremos llamados a la alabanza, pero es otra dimensión; es aquello que decía San Pablo: ‘ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los elegidos’”, profundizó.

“Es impensado, no soñado, totalmente distinto a lo que nosotros estamos acostumbrados a ver, a sentir y a percibir; pero no se queda solamente aquí el Señor, sino que avanza un poco más recordando que en la revelación a Moisés, cuando Dios se le presenta en la zarza ardiente; se presenta como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacobo”, subrayó. 

El prelado sanisidrense afirmó que “Dios es Dios de vivos y Abraham, Isaac y Jacob ya habían muerto años antes de esta revelación a Moisés. Dios es Dios de vivos, Dios es Dios de cada uno, Dios lleva el nombre de cada uno y de alguna manera hace alianza con cada uno; qué consuelo enorme es esto, significa que estamos llamados por Él a la vida plena; la muerte siempre está a nuestras espaldas, delante nuestro está la vida, la vida plena”.

“En la concepción de los saduceos la muerte estaba al final de la vida y allí se terminaba todo. Nosotros estamos llamados a la vida, pero sin embargo ya en la tierra pregustamos la resurrección, tenemos como anticipos de la resurrección a través del amor, a través de la caridad; las semillas que va sembrando el amor de Dios en la tierra van a florecer en el jardín de Dios, en la resurrección”.

Monseñor Oscar Ojea animó a prepararse para “esta vida verdadera a la que estamos llamados poniendo ya gestos de vida, preparando ya, en la tierra, el camino de la resurrección. Que el Señor así nos lo conceda”.+