México: La reforma electoral de López Obrador es "agravio a la vida democrática"

  • 2 de noviembre, 2022
  • Ciudad de México (AICA)
En un comunicado los obispos mexicanos piden al presidente "no poner en riesgo la estabilidad y gobernabilidad democrática del país".

El Consejo de Presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se manifestó en un comunicado sobre la iniciativa de una reforma constitucional en materia electoral, dejando en claro que esa reforma es “regresiva”.

Es decir, de llevarse a cabo el debilitamiento del Instituto Nacional Electoral (INE) y quitarle su imparcialidad con respecto a las elecciones, México regresaría a los casi 70 años en los que el Gobierno y su partido (el PRI) organizaban las elecciones y contaban los votos.

En primer lugar, los obispos expresaron su reconocimiento a la importante labor que realizan en la vida democrática de nuestro país, el Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

“Se trata de una Institución ciudadana que maduró gracias a su autonomía de los poderes políticos y, en estrecha relación con la ciudadanía y la pluralidad de los partidos políticos, permitió durante los últimos 25 años la realización de procesos electorales (generales o locales) justos, equitativos, abiertos, transparentes y confiables, de forma legal y pacífica, para la renovación de los cargos de elección popular”, expresaron en su comunicado.

El INE (antes Instituto Federal Electoral) logró que la transición a la democracia en México haya sido por la vía pacífica a partir de 1997. El principal fruto fue que el gobierno dejó de ser juez y parte en los comicios electorales.

Es una de las instituciones más confiables de México y un ejemplo a nivel internacional pues “motivó la participación y organización de los ciudadanos para ser los garantes de la imparcialidad y legalidad electoral” e hizo que los resultados en las elecciones en un país como México sean creíbles.

La propuesta de reforma electoral de López Obrador apunta a la disolución del INE para establecer un “Instituto Nacional de Elecciones y Consultas”, que sería elegido con votos de los ciudadanos cada seis años, en base a candidatos propuestos desde los poderes ejecutivo, legislativo y judicial.

Los críticos de la reforma advirtieron que, de ser aprobada por el Congreso, podría facilitar que el gobierno de turno tome el control del órgano electoral.

La CEM resaltó que “el INE tiene una gran aceptación en la ciudadanía, siendo una de las Instituciones más confiables para los mexicanos”.

“Ningún ciudadano y menos los gobernantes que juraron guardar y hacer guardar la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, tienen derecho a impulsar reformas que eliminen o comprometan la fortaleza de las Instituciones que son el soporte del Estado Mexicano, como es el caso del INE y del TEPJF”, expresaron los obispos.

“La sola pretensión de hacerlo pone en entredicho la calidad moral de quienes la impulsan”, añadieron.

La CEM apeló “a la prudencia legislativa y al compromiso del gobierno para con toda la ciudadanía, más allá de intereses partidistas o de protagonismo histórico”.+