El Card. Grech y el Sínodo: "Escuchar a todos sin excluir a nadie"

  • 28 de octubre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
"No estamos impulsando ninguna agenda. Era nuestra responsabilidad devolver al pueblo de Dios lo que se nos había dado", explicó al presentar el Documento para la etapa continental del camino sinodal.

"No estamos impulsando ninguna agenda. Era nuestra responsabilidad devolver al pueblo de Dios lo que se nos había dado. Mi colega, el cardenal (Jean-Claude) Hollerich, dijo una vez: tenemos carta blanca, no hay nada escrito en ella. Nuestro deber es acompañar a la Iglesia hasta el momento del Sínodo de los Obispos. Pero si queremos cumplir nuestra misión, debemos escuchar. Y escuchar a todos sin excluir a nadie", precisó el secretario general del Sínodo, cardenal Mario Grech, al presentar el Documento para la etapa continental del camino sinodal

El purpurado enmarca las perspectivas de futuro del proceso -que comenzó el Papa en octubre de 2021 y que concluirá con la asamblea de obispos en el Vaticano en dos etapas, 2023 y 2024- en esas pocas líneas al responderle a los periodistas reunidos en la Sala de Prensa del Vaticano.

Renovación profunda
Un documento que es "fruto de una sinodalidad vivida" por parte de las Iglesias de los cinco continentes y de "mucho trabajo" por parte de la secretaría general del Sínodo, las comisiones y el grupo de expertos que se reunieron durante quince días en Frascati para redactar el texto.

El concepto de "restitución" guió su trabajo, subrayó el cardenal Grech, para disipar cualquier duda de que haya habido añadidos o que se haya dado más espacio a un tema que a otro: "El Documento es una restitución fiel de las síntesis" enviadas por las distintas diócesis durante la fase consultiva. "El trabajo del grupo de expertos se caracterizó por la honestidad intelectual: no hay reflexiones teóricas sobre la sinodalidad, sino que se retoma la voz de las Iglesias. Para todos nosotros fue una sorpresa escuchar cómo, a pesar de la diferencia de sensibilidades, el Santo Pueblo de Dios converge en el llamado a una profunda renovación de la Iglesia".

La respuesta fue amplia y participativa, destacaron los ponentes en la Oficina de Prensa del Vaticano: además del cardenal Grech, también el teólogo Piero Coda, el jesuita Giacomo Costa, la experta Anna Rowlands, y conectado a distancia desde Japón el cardenal Jean-Claude Hollerich, relator general del Sínodo.

El cardenal Grech precisó que, a excepción de dos conferencias episcopales que no participaron en el proceso sinodal -"no sé por qué, creo que hay razones objetivas"-, todos los episcopados del mundo, algunos tras una resistencia o dificultades iniciales, enviaron sus respuestas. Y lo que se desprende de estas reacciones es que en todas las latitudes del mundo hay 'hambre' de una nueva confianza en la Iglesia, en su capacidad de anunciar el Evangelio a "un mundo profundamente necesitado".

Abusos, tensiones, exclusiones
Sin embargo, las tensiones y las situaciones internas ponen a prueba la propia misión de la Iglesia. En primer lugar, el escándalo de los abusos por parte del clero, tal y como destaca el Documento y reitera hoy Rowlands, profesora de pensamiento y práctica social católica en la Universidad de Durham (Inglaterra).

En el texto de 45 páginas, en el que se recogen voces de Iglesias de los Estados Unidos, Bolivia, Lesoto, Tierra Santa y muchas otras, se habla también de exclusión, clericalismo, discriminación y falta de escucha mutua. "Los informes dicen que hay aspectos de nuestras relaciones, de nuestra capacidad de auténtica unidad en la diversidad" que impiden "caminar juntos", dijo la profesora. Difícilmente podremos recuperar la confianza y la credibilidad "si no logramos ser nosotros mismos hermanos, para sanar nuestras divisiones y sospechas mutuas".

Lo que se necesita es ampliar el espacio de la "tienda", una imagen bíblica que recuerda el mandato del Señor al pueblo de Israel en el libro de Isaías, un concepto guía en la redacción del Documento para la etapa continental. Desde esta tienda muchas personas dicen sentirse excluidas, como leemos en el Documento, que también enumera algunas categorías de grupos y personas que hoy se sienten "exiliados" o "discriminados": los jóvenes, las personas con discapacidad, los pobres, los divorciados vueltos a casar, los padres solteros, los miembros de la comunidad LGBT. Y sobre todo las mujeres, que "no exigen roles de poder" sino un reconocimiento de su propia presencia, en la sociedad y en la comunidad cristiana.

¿Existen límites en cuanto a quién puede entrar en esta "tienda"? ¿Hay quienes, incluso entre los católicos, quieren que esta tienda no se expanda? Estas fueron algunas de las preguntas planteadas al cardenal Hollerich en la conferencia. El arzobispo de Luxemburgo respondió: "Habrá grupos sentados en la carpa que no están muy contentos de que algunos estén en un rincón. Sin embargo, todos están invitados a este espacio: "Todas las personas creadas y amadas por Dios. Todos... Nuestro amor no es tan grande como el de Dios. Así que creamos segregaciones".

Recordemos, sin embargo, añadió el cardenal Grech, que "debemos mirar a cada persona como una persona amada por Dios... Cristo murió por cada persona en la cruz, así que si no soy capaz de dar espacio a esta persona en la tienda, tengo un problema con Dios".

"No se trata de poner y quitar", se hizo eco el padre Costa: "Son tantos los que se sienten exiliados en la Iglesia: desde los que querrían celebrar la misa con el rito preconciliar hasta los homosexuales. Mientras no haya forma de avanzar juntos, nadie puede estar cómodo, ni siquiera los que están dentro. Uno de los frutos de caminar juntos es darse cuenta de cómo crecer como Iglesia sinodal", añadió el jesuita.

Mayor presencia de mujeres, atractivo común
Entre una mención a la preocupación por la casa común, especialmente de "las comunidades que están acabando bajo el agua", y las críticas por la elección de utilizar una palabra como "discernimiento", definida por los periodistas de la sala como difícil de entender, el tema de las mujeres fue central en la rueda de prensa. De su papel y vocación, de su deseo de verse reconocidas y valoradas. En el Documento, surge un llamamiento que se comparte en los distintos países. Sorprendentemente, los ponentes señalaron que estas cuestiones "se han planteado en todos los informes, es un tema común".

La perspectiva es la de una "gran conversión", dijo el padre Costa, subrayando "el deseo de las mujeres de tener a la Iglesia como aliada para poder llevar a cabo un reconocimiento de la dignidad en un sentido mucho más amplio en todas las sociedades en las que viven". El llamamiento es para que la Iglesia garantice "que la mitad de la humanidad sea respetada y valorada".+