El Papa pidió promover el cuidado de la vida hasta su fin natural

  • 21 de octubre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Ante parlamentarios y alcaldes de una diócesis francesa, Francisco llamó a evitar la "cultura del descarte" y ofrecer a los enfermos terminales cuidados y alivio, no la muerte.

El papa Francisco recibió en el Vaticano a una delegación de administradores públicos del norte de Francia, que viajaron a Roma junto al arzobispo de Cambrai, monseñor Vincent Dollmann, a quienes les pidió evitar "la cultura del descarte" y promover el cuidado de la vida hasta su fin natural.

En su discurso, el pontífice pidió “dar prioridad a las necesidades esenciales de sus ciudadanos, que con demasiada frecuencia se descuidan en favor de temas de moda que tienen menos que ver con su vida cotidiana”.

En la frontera entre Francia y Bélgica, la región de Cambrai – recordó Francisco – fue "antaño rica en minas de carbón, una fuerte industria metalúrgica y fábricas textiles de renombre" y, desde los años 70, "sufrió un terrible retroceso con el cierre de las minas y fábricas desarrolladas durante la revolución industrial del siglo XIX".

Una crisis económica – reiteró el Papa – que también supone un empobrecimiento para la población: “Sé que éste es el reto que están afrontando desde hace algunas décadas. Además de la preocupación prioritaria por lo social, sé que también tienen presente la dimensión cultural de su región, conscientes de que el hombre no se alimenta sólo de pan, sino también del orgullo de sus raíces que la cultura pone de manifiesta, contribuyendo así a recordar a cada uno su dignidad”

En cuanto a las cuestiones sociales, el pontífice destacó la importancia de acoger a los más desfavorecidos. No sólo hacia los migrantes – que están especialmente cerca del corazón del Papa – sino también hacia las personas con discapacidad. "Necesitan más estructuras para facilitar su vida y la de sus seres queridos y, sobre todo, para mostrar el respeto que se les debe", reiteró, e hizo hincapié en la necesidad de que puedan acceder al mundo laboral.

Otro aspecto esencial es la atención a los ancianos y a las personas que se encuentran al final de su vida, "a las que hay que acompañar mediante el desarrollo de los cuidados paliativos". Y subrayó: “Los operadores por su naturaleza, tienen la vocación de proporcionar cuidados y alivio, ya que no siempre pueden curar, ¡pero no podemos pedir a los operadores que maten a sus pacientes!”.

“Si matamos con justificaciones, acabaremos matando cada vez más. Me atrevo a esperar que, en temas tan esenciales, el debate pueda realizarse con la verdad para acompañar la vida hasta su fin natural y no dejarnos atrapar por esta cultura del descarte que hay en todas partes”, sostuvo.

En cambio, el ámbito cultural – explicó el Papa – es importante como factor de unidad, porque es "fruto de un pasado común, de una historia vivida en tierras que son suyas, que aman y donde la Iglesia nunca ha estado ausente". "Su región fue escenario de acontecimientos que la marcaron" – además de la crisis económica, Cambrai fue destruida durante la Primera Guerra Mundial – y que, agregó Francisco, "les corresponde a ustedes valorizar para transmitir el legado a las generaciones futuras".

El Papa manifestó su alegría al ver cómo los presentes, que tienen responsabilidades en el ámbito económico y social, se interesan por el mensaje de la Iglesia, con el que siempre pueden contar.

"Junto a ustedes ella trata de llegar a los migrantes – que deben ser acogidos, acompañados e integrados – a los ancianos y a los enfermos, es decir, a todos los que se han quedado atrás, cuya mayor pobreza es, sin duda, la exclusión y la soledad que se deriva de ello", concluyó.+