Mons. Colombo subrayó que la misión de la Iglesia es llegar a todas las periferias

  • 11 de octubre, 2022
  • Mendoza (AICA)
"Nuestra misión es testimoniar un Dios de amor, un Dios que muere y resucita para salvarnos", sostuvo el arzobispo de Mendoza durante la misa por el Domingo de las Misiones.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la Eucaristía en la parroquia Nuestra Señora del Rosario, de la localidad mendocina de Lavalle, donde recordó que en esta jornada se celebra el Domingo de las Misiones, así llamado para que la Iglesia ponga todas sus intenciones en la evangelización como el “gran testimonio que estamos llamados a dar de Jesucristo”.

A partir de las lecturas del día, el arzobispo mendocino destacó que las Obras Misionales Pontificias (OMP) invitan a pensar “en tantos hermanos y hermanas nuestras de otras partes del mundo, de otros continentes, que quieren conocer a Cristo y, por disposición de Dios requieren de nosotros, como testigos”. 

“Nosotros somos instrumentos. Nosotros somos el puente para que Dios sea conocido y amado por estos otros hermanos. Por eso, las intenciones misioneras de la Iglesia”, explicó, y detalló de qué se trata la misión: “Como diría Pablo en la segunda lectura, testimoniar a Cristo muerto y resucitado. El Señor fiel, el Señor que nos da una Palabra que no está encadenada, una Palabra llena de libertad, de gracia, de luz, para todos los pueblos”.

“Cuando nosotros nos unimos para participar de la vida y la misión de la Iglesia, y vamos a otros lugares y compartimos nuestra fe con otros pueblos con personas que no conocen a Cristo o que, a lo mejor, han sido bautizados pero no han podido tener la asiduidad de la vida cristiana, de las celebraciones dominicales, nuestra misión es testimoniar un Dios de amor, un Dios que muere y resucita para salvarnos”, puntualizó.

Monseñor Colombo enfatizó que “la misión de la Iglesia es llegar a todas las periferias, la misión de la Iglesia es llegar con el Evangelio de Jesús, con su Palabra de libertad, a todos los pueblos. Un Evangelio que no es alienación, un Evangelio que no es exclusión, un Evangelio que invita, que incluye, que suma” y pidió: “Seamos difusores de la Buena Nueva de Jesús”

“Unámonos en las distintas iniciativas de la Iglesia Universal y nuestra Iglesia diocesana para hacer llegar la Voz de Cristo a tantos pueblos, a tantas periferias necesitadas de su amor. Especialmente en esta misa, pidamos por todos los que trabajan en Obras Misionales Pontificias, por los que trabajan en iniciativas apostólicas en las distintas parroquias, en la Infancia Misionera, el servicio que prestan los grupos misioneros parroquiales y juveniles en los veranos y en tiempos de ocio de los jóvenes, más allá de la fronteras de sus propias parroquias… Que Dios bendiga especialmente estas iniciativas y siempre las lleve a buen fin, al feliz cumplimiento de la Buena Noticia de Jesús”, concluyó.+