El Papa destacó los tres pilares de la Comunidad Católica Shalom

  • 26 de septiembre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
"Coraje creativo, acogida y envío misionero", dijo a los fieles de la congregación a los que recibió hoy en el Vaticano e invitó "a permanecer dóciles a la acción del Espíritu Santo".

El papa Francisco recibió este lunes, 26 de septiembre, a los fieles de la congregación de la Comunidad Católica Shalom y les dirigió un mensaje que comenzó con un agradecimiento a Moysés Louro de Azevedo Filho y Maria Emmir Oquendo Nogueira, fundador y cofundadora de la Comunidad.

La Comunidad Católica Shalom es una comunidad carismática que se inició en 1982. Actualmente es reconocida como asociación privada de fieles y a través de su camino de formación busca con esta iniciativa anunciar a Cristo a los jóvenes.

Al comienzo de su discurso, el Papa destacó que “la Liturgia es la acción de Dios con nosotros, y debemos estar atentos a Él: a Él que habla, a Él que actúa, a Él que llama, a Él que envía...y esto no está fuera del tiempo y de la historia, no, dentro de la realidad histórica, dentro de las situaciones”.

A continuación, Francisco contestó algunas de las preguntas que le hicieron los presentes en el Aula Pablo VI del Vaticano. A Fabiola, una mexicana de 26 años que ahora vive en Boston, le comentó que “si permanecemos unidos a Cristo como los sarmientos a la vid, perseveramos e incluso nos ‘contagiamos’”.

“Si permanecemos en Él mediante la oración, la escucha de la Palabra, la adoración, el Rosario, entonces la savia del Espíritu Santo pasa de Él a nosotros y podemos perseverar. Pero también podemos "contagiar", no lo dudemos, Él lo prometió: el que permanece en Él da mucho fruto. El fruto es el amor, y es el amor de Cristo el que toca el corazón de las personas, estemos donde estemos, en cualquier ambiente. A nosotros nos corresponde permanecer en Él, el resto lo hace el Espíritu Santo”.

Asimismo, destacó que para mantener un “espíritu joven”, es necesario permanecer abiertos al Espíritu Santo: “Es Él quien renueva los corazones, renueva la vida, renueva la Iglesia y el mundo. No hablamos de la juventud física, sino de la juventud de espíritu, esa que brilla en los ojos de ciertos ancianos más que en los de ciertos jóvenes”. 

El pontífice animó luego a los presentes a seguir el ejemplo de la Madre Teresa de Calcuta, quien encontró la fuerza necesaria en el Señor, “a quien recibía y adoraba cada mañana, y le decía: 'Tengo sed'. Y entonces salía y lo reconocía en los rostros de esas personas abandonadas”.

El Papa destacó las notas distintivas de Shalom (el coraje creativo, la acogida y el envío misionero) que se reflejan aún hoy en las iniciativas que llevan adelante en varios países del mundo y que dan vida, en los años, a una realidad eclesial que ahora no comprende solo a jóvenes, sino también a familias, célibes comprometidos en la misión, así como sacerdotes.

“Los exhorto a permanecer dóciles a la acción del Espíritu, abiertos a la escucha mutua y a la guía de la Iglesia, para discernir la mejor manera de continuar su camino”.  

Agradeció también que esta comunidad “despierta en muchos jóvenes el deseo de una donación igualitaria”. 

“Pero también es una invitación a la responsabilidad y la prudencia. La propuesta de entrega, en efecto, sin renunciar a mostrar la belleza de la vocación al discipulado, debe saber respetar la libertad de las personas, saber esperar los diferentes tiempos de crecimiento de cada uno y acompañar con delicadeza y discernimiento en la elección del estado de vida a abrazar y en la elección de la vida comunitaria”. 

“Su carisma es un don del Espíritu Santo para la Iglesia de hoy. Bendecimos al Señor por los muchos jóvenes que asisten a vuestros grupos, por las familias que se han formado, por las muchas vocaciones y conversiones, por el apoyo que dan a tantas parroquias, por todo el apostolado que hacen en los más diversos ambientes”.+