Card. O'Malley acerca del Padre Pío: "Dios lo eligió, pequeño, para ser un portal hacia lo trascendente"

  • 23 de septiembre, 2022
  • San Giovanni Rotondo (Italia)
Así lo afirmó el arzobispo de Boston al presidir la misa por la memoria litúrgica de San Pío de Pietrelcina en el nuevo templo que lleva el nombre del santo en San Giovanni Rotondo.

El cardenal Seán Patrick O'Malley OFMCap, arzobispo de Boston (Estados Unidos) y presidente de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores, presidió hoy la misa por la memoria litúrgica de San Pío de Pietrelcina en el nuevo templo que lleva el nombre del santo en San Giovanni Rotondo (Italia), donde a su término bendijo tres esculturas del Padre Pío en bronce, obra del escultor canadiense Timothy Schmalz, donadas a la Padre Pio Foundation of America y al santuario.

En la homilía, el purpurado estadounidense comenzó recordando que el Padre Pío fue un "regalo de Italia al mundo" y consideró que ayudó "a todos los frailes a vislumbrar la belleza de nuestra vocación y nos estimuló a esforzarnos por ser más fieles".

"Todos tenemos mucho que aprender del Padre Pío, que mostró que Dios es real y que el único éxito verdadero en la vida es la santidad", sostuvo, y estimó que -por su figura- no se trata del "santo de la puerta de al lado".

"Estoy seguro de que el padre Pío habría sido muy feliz llevando una vida oculta y siendo uno de esos santos anónimos que pasan desapercibidos y desconocidos", explicó, y agregó: "Pero el Señor, a veces, pone en evidencia a un individuo para que su vida y su testimonio se conviertan en una ventana".

El cardenal O'Malley afirmó que "en el plan de Dios, este pobre y sencillo agricultor estaba destinado a convertirse en un instrumento para revelar al mundo entero la presencia amorosa y la misericordia de Dios".

A continuación, el purpurado recordó la relación que Karol Wojtyla tenía con el santo, en particular la conocida carta en latín, enviada en 1962 como arzobispo de Cracovia, en la que pedía al fraile que rezara por su amiga polaca, la doctora Wanda Póltawska, que padecía un grave cáncer. "Sabemos que esta mujer se curó más tarde de forma maravillosa. Estoy seguro de que nadie tuvo que convencer a Juan Pablo II de la santidad, las virtudes heroicas y el extraordinario impacto de Padre Pío", contó.

"Un impacto que ha tocado a muchos millones de personas en todo el mundo, como demuestra el hecho de que en todas partes se pueden encontrar fotos, imágenes y estatuas del Padre Pío, no sólo en las iglesias, sino también en las tiendas, restaurantes y fábricas", indicó.

"¡Cuántas personas llevan una foto suya en la cartera o en el bolso! Millones de personas vienen aquí cada año para visitar su santuario; cientos de miles pertenecen a grupos de oración inspirados por él; al final de su vida recibía 5.000 cartas al día", agregó, pero aclaró que el fraile "no se jactaba de su fama ni de su notoriedad".

"Dios lo eligió, pequeño, para ser un portal hacia lo trascendente", sostuvo.

El arzobispo de Boston también mencionó el "peso de los estigmas" que llevó San Pío durante cinco décadas "con amor y paciencia".

"En un mundo en el que el dolor se considera el mayor mal, el Padre Pío nos muestra que el mayor mal no es el dolor, sino el pecado y el egoísmo. El dolor puede ser un arma de doble filo que lleva a la autocompasión, la ira o la desesperación. Cuando la cruz nace con amor y en unión con Jesús, es vivificante y lleva a la resurrección", añadió.

Por último, el cardenal O'Malley recordó el Jubileo de la Misericordia de 2016, durante el cual el papa Francisco hizo llevar las reliquias del Padre Pío y de San Leopoldo Mandic a la Basílica de San Pedro.

"De todos los Años Santos que he vivido en mi vida, el Año de la Misericordia ha sido el más poderoso", destacó, y concluyó: "No es sorprendente que el Papa haya elegido a Padre Pío como el santo que ejemplifica la misión de misericordia de la Iglesia".+