Card. Parolin en la ONU: Es urgente la necesidad de un pacto educativo global

  • 20 de septiembre, 2022
  • Nueva York (Naciones Unidas) (AICA)
Intervención del Secretario de Estado Vaticano en la "Cumbre Transformando la Educación" al inicio de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

La educación nos ayudará a superar las múltiples fracturas que existen en nuestras sociedades, construyendo comunidades más fuertes y resilientes basadas en los valores de la fraternidad humana y la solidaridad mutua. Esta es la convicción expresada por el Secretario de Estado Vaticano, cardenal Pietro Parolin en su discurso en Nueva York en la "Cumbre Transforming Education", cita deseada al comienzo de la semana de la Asamblea General de las Naciones Unidas. 

El cardenal subrayó que el papa Francisco habló claramente de la importancia de iniciar un proceso de transformación sin miedo y de mirar al futuro con esperanza, invitando a todos -jóvenes, docentes, líderes políticos y sociedad civil- a ser protagonistas de esta alianza comprometiéndose personal y socialmente a cultivar juntos el sueño de un humanismo solidario.

La urgencia de un pacto global
“El estallido de la pandemia de Covid-19 y ahora la guerra en Ucrania, para no olvidar los muchos otros conflictos que tienen lugar en varias regiones del mundo -indicó el cardenal Parolin-, hacen cada vez más urgente la necesidad de un pacto educativo global”. 

El Secretario de Estado vaticano habló de la necesidad de crear una “aldea educativa”, en la que todas las personas, según sus respectivos papeles, compartan la tarea de formar una red de relaciones abiertas y humanas. Recordó el proverbio africano que advierte: se necesita un pueblo entero para educar a un niño. Para luego reiterar que debemos crear tal aldea antes de poder educar” y explicar que en primer lugar, necesitamos despejar el terreno de la discriminación y dejar que florezca la fraternidad.

Movido por la fuerte convicción de que a través de la educación podemos luchar por un mundo mejor, a pocos meses del estallido de la pandemia de Covid-19, el papa Francisco -recordó el cardenal- lanzó el "Pacto Mundial por la Educación", subrayando, en su mensaje del 15 de octubre de 2020 que la educación es “uno de los medios más eficaces para humanizar nuestro mundo y nuestra historia”.

La Santa Sede, en palabras del cardenal Parolin, agradeció al secretario general de la ONU haber convocado este encuentro sobre “un tema tan vital”. Y el cardenal se centró en la importancia de “reconstruir la frágil alianza educativa introduciendo a las nuevas generaciones en los valores del respeto, el diálogo y la solidaridad mediante la inversión de los mejores recursos disponibles en una educación de calidad”.  

Cuatro pilares
Con el pensamiento del mensaje enviado por el Papa en el lanzamiento del Pacto Mundial por la Educación 2022, el pasado 12 de septiembre, el cardenal Parolin invitó a todos los que trabajan en el campo de la educación a guiarse por lo que definió como cuatro pilares: el primero, el clásico principio del conócete a ti mismo, seguido de cerca por el de conocer al prójimo, “que nos anima a tener en cuenta al otro, especialmente a aquellos en situaciones de vulnerabilidad”. 

El tercer principio es conocer la creación, “que nos inspira a cuidar nuestra casa común”. Por último, pero no menos importante, el principio de conocer lo trascendente, “que afirma la inclinación natural de la persona humana hacia el infinito, ampliando nuestro horizonte y la capacidad de descubrir los grandes misterios de la vida”. 

“Es esta tensión hacia el destino y la vocación de la humanidad, precisó, lo que da a la educación su sentido más profundo y convence a los jóvenes de su valor”.

Siete Caminos hacia la Educación Integral
Es una "visión holística de la educación" que requiere compromisos específicos. Y el cardenal Parolin recordó la invitación del Papa a las organizaciones educativas de todo el mundo para revisar sus proyectos y planes de estudios, tomando siete caminos específicos. 

En primer lugar, hacer de la persona humana en su valor y dignidad el centro de todo esfuerzo educativo, tanto formal como informal; escuchar las voces de los niños y jóvenes a quienes transmitimos valores y conocimientos, para construir juntos un futuro de justicia, paz y vida digna para cada persona; fomentar la plena participación de las niñas y mujeres jóvenes en la educación; ver en la familia el lugar primero y esencial de formación; educar y ser educados en la necesidad de la hospitalidad y en particular de la apertura a las situaciones más vulnerables; encontrar nuevas formas de entender la economía, la política, el crecimiento y el progreso que estén al servicio de la persona humana y de la familia humana, en el contexto de una ecología integral; salvaguardar y cultivar nuestra casa común, protegiéndola de la explotación de sus recursos, según los principios de subsidiariedad, solidaridad y economía circular. 

El fin último: hacer que la educación sea “verdaderamente integral, superando las dicotomías entre sus aspectos cognitivo, afectivo y ético”; ecología integral; salvaguardar y cultivar nuestra casa común, protegiéndola de la explotación de sus recursos, según los principios de subsidiariedad, solidaridad y economía circular. 

El cardenal Parolin recordó que la Iglesia católica, que desde sus orígenes acompañó siempre la evangelización con la transmisión del conocimiento, la cultura y la ciencia -a través de los monasterios como centros de cultura, a través de innumerables escuelas vinculadas a las Iglesias locales y con la fundación de las primeras universidades de occidente- sigue participando en la vanguardia de la educación con cerca de 220.000 escuelas y 1.365 universidades repartidas por todos los continentes, donde más de 70 millones de estudiantes, muchos de ellos no católicos y no cristianos, reciben una educación de calidad.+