El Card. Parolin llamó a los nuncios a tener devoción filial a María y asemejarse a ella

  • 9 de septiembre, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En la fiesta de la Natividad de la Virgen, los nuncios que se encuentran en el Vaticano para participar de su encuentro trienal, participaron de la celebración de las Vísperas en la Capilla Sixtina.

Los representantes pontificios que se encuentran en el Vaticano para participar de su encuentro trienal, celebraron las Vísperas en la tarde del 8 de septiembre en la Capilla Sixtina.

Encabezó la celebración el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, quien en su homilía destacó el vínculo especial entre la Virgen María y los nuncios, aclarando que ellos no se representan a sí mismos, sino a la Iglesia y al Pontífice.

La Virgen fue el corazón de la celebración de las Vísperas de la noche del jueves 8 de septiembre, festividad de la Natividad de María, celebradas de manera extraordinaria en la Capilla Sixtina, con una gran participación de los obispos que representan al Papa en las distintas partes del mundo, y con ellos los jefes de Dicasterios de la Curia Romana, los superiores de la Secretaría de Estado y los Observadores permanentes sin estatus episcopal.

Con esta celebración concluyó la segunda jornada del encuentro en el Vaticano de los Representantes Pontificios. En ese marco, el cardenal Parolin, al inicio de su homilía, se congratuló de que en el centro de la oración de esta noche estuviera "la Madre de Cristo según la carne y nuestra Madre espiritualmente".

"No debemos tener miedo de alimentar una tierna devoción filial hacia ella. De María nunca se puede decir lo suficiente, nunca se puede amar lo suficiente", consideró. El purpurado citó una frase del cardenal Ratzinger en la que recuerda cuando de joven tenía reservas sobre algunas fórmulas antiguas relativas a María, "me parecían exageradas, ahora comprendo que son verdades más válidas hoy que nunca".

Si queremos ser cristianos, dijo el cardenal, "debemos ser marianos, debemos reconocer la relación que une a María con Jesús". Y continuó: "María es todo relativo a Jesús. Si la devoción a María alejara a uno de Jesús, habría que rechazarla, pero es lo contrario. Es necesario amar a Dios. San Luis de Montfort, tan querido por Juan Pablo II, estaba convencido de ello", recordó. "Esta unidad de María con Jesús cobra especial relieve hoy, porque la celebración de hoy es en honor a la Natividad de María, pero su verdadero significado es la Encarnación del Verbo. Para esto, de hecho, nació María", sostuvo. Esta característica de la fiesta de hoy, afirmó, "es especialmente importante para nosotros, porque también nosotros, en nuestra misión, somos todos relativos a otro".

Recordando las palabras del papa Francisco, el cardenal señaló que el nuncio no se representa a sí mismo, sino a la Iglesia y en particular al Sucesor de Pedro en una zona determinada. "Asemejándonos a María, estamos llamados a amarla e imitarla y a imitar sus virtudes", ella que es "modelo en la fe y en la caridad, nos enseña a ser fuertes y misericordiosos".

A continuación, el cardenal Parolin invitó a los presentes a confiar a la intercesión de María la oración por la paz: "En este mundo tan agitado, danos días de paz", rezó. Y también en esta preocupación por el mundo entero, el cardenal Parolin observó un vínculo especial entre los representantes pontificios y María porque "el nuncio tiene en el corazón el bien de todo un pueblo".

Recordando las situaciones de conflicto, dificultad y persecución que sabemos que hay en la actualidad, el cardenal animó a repetir a María: "Danos días de paz".+