Mons. Colombo abogó por el diálogo y el encuentro para afrontar la crisis social

  • 9 de agosto, 2022
  • Mendoza (AICA)
El arzobispo de Mendoza presidió la misa de San Cayetano en el santuario de Orfila, donde afirmó que la Iglesia alienta "la búsqueda en común de soluciones dignas allí donde todo parece clausurarse".

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la misa dominical en el santuario San Cayetano, de la localidad mendocina de Orfila, donde recordó que en un reciente mensaje de la Conferencia Episcopal Argentina se subrayaba que en el pedido tan concreto de paz, pan y trabajo, que hacemos a Dios por intercesión del santo, “se incluyen muchos otros bienes, todos necesarios para la vida de las personas y sus familias”.

“Más que nunca en este tiempo se impone de manera creciente la convicción sobre la importancia del trabajo como un bien imprescindible para que la persona se desarrolle en plenitud, y como una herramienta de la vida económica para que un país crezca. Si los planes sociales han ayudado en estos años a paliar la emergencia, hoy se revelan insuficientes para alcanzar las condiciones de vida a la que toda persona debe aspirar para realizarse y ofrecer a su familia un sustento estable y, sobre todo, digno”, sostuvo. 

“El trabajo requerirá en muchos casos la necesaria capacitación que faltó en oficios y servicios. Por eso vemos con esperanza las distintas ofertas de cursos de formación profesional municipales, provinciales y nacionales, de modo que muchos de nuestros jóvenes tengan la ansiada salida laboral”.

El arzobispo mendocino subrayó que “en este pedir ‘paz, pan y trabajo’ de los hombres, la Iglesia siempre va a contribuir con la búsqueda del diálogo eficaz y creativo entre los distintos sectores de la sociedad” y explicó que “en esta perspectiva deben entenderse las reuniones del obispo o su pastoral social, con funcionarios, sindicalistas, trabajadores, empresarios, políticos o representantes sociales”.

“Frente a la irresponsabilidad de quienes apuestan al fracaso de los consensos sociales y políticos, la Iglesia quiere escuchar a todos y, desde su lugar y como parte de la sociedad, ofrecer una palabra de aliento al encuentro, al diálogo, y a la búsqueda en común de soluciones dignas allí donde todo parece clausurarse”, afirmó.

“Aislarnos en la experiencia amarga de sentirnos segregados o en la omnipotencia de sentirnos poseedores de toda la verdad en los temas de naturaleza social, sólo agravará la magnitud de los problemas. Todos somos importantes a la hora de edificar la vida de un pueblo sobre la base de la imprescindible amistad social. Es la lección que aprendimos en la pandemia y que no podremos olvidar nunca. Como dice el papa Francisco: ‘la profundidad de la crisis reclama proporcionalmente la altura de la clase política dirigente, capaz de levantar la mirada y dirigir y orientar las legítimas diferencias en la búsqueda de soluciones viables para nuestros pueblos’”.

Por último, monseñor Colombo pidió que San Cayetano “sea testigo de los dolores y esperanzas de nuestro pueblo, de los desvelos generosos de los dirigentes por un tiempo nuevo para nuestra Patria, de los reclamos justos de los sectores más postergados, de las necesidades de los mayores y los sectores vulnerables, de la responsabilidad de cada uno para sostener con responsabilidad la vida social”.+

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