Nadie controla la violencia en Haití, lamentó el arzobispo de Puerto Príncipe

  • 5 de agosto, 2022
  • Puerto Príncipe (Haití) (AICA)
"No puede haber paz cuando una gran parte de la población vive en condiciones desastrosas", indicó monseñor Max Leroy Mesidor en una entrevista con los medios vaticanos.

"La población tiene la sensación de que las autoridades no tienen ninguna voluntad real de poner fin a esta situación de violencia”, lamentó monseñor Max Leroy Mesidor, arzobispo de Puerto Príncipe, Haití, en referencia a la guerra de bandas que azota al país desde que estalló en Cité Soleil, un suburbio de la capital, el pasado 8 de julio. 

La violencia desatada ya dejó cientos de muertos y desplazó a miles de personas. Desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse, el 7 de julio del año pasado, el país se enfrenta a un aumento de la violencia de las bandas criminales por el control de la barriada. El 27 de julio, un incendio dañó gravemente la catedral de Notre Dame de l'Assomption, situada en el corazón de la zona de confrontación y ante todo esto, “la propia policía es impotente”, es la amarga conclusión del arzobispo Leroy Mesidor.

Consultado sobre las causas del enfrentamiento entre las bandas armadas, el prelado explicó que al parecer son “de naturaleza política y económica”. 

“Política porque los grupos tienen vínculos con sectores y líderes políticos. También se cree que intentan controlar zonas sensibles de cara a las elecciones. Sin embargo, las causas también son económicas, ya que estos grupos armados organizan secuestros para pedir rescate y extorsionar a los comerciantes y habitantes de estas zonas” y agregó: “¿Quién podría creer que hoy estamos seguros en Haití, especialmente en Puerto Príncipe? Seamos cuidadosos, mantengamos la cautela, recemos y confiemos en Dios, esperando un mañana mejor, porque sabemos que con su gracia el país se recuperará.

El prelado haitiano indicó que “la reacción del gobierno es débil y está lejos de tranquilizar a la población. La opinión general es que está mal equipada para hacer frente a las bandas fuertemente armadas, que gozan de un sólido y poderoso apoyo político y económico. La población tiene la sensación de que las autoridades no tienen ninguna voluntad real de poner fin a esta situación. Esto explica los puntos planteados por la Conferencia Episcopal de Haití en su mensaje del 29 de julio: ¿por qué el Estado no actúa con el rigor necesario, en el marco de la justicia, para acabar con los delincuentes? ¿Es imposible cortar las fuentes que suministran armas y municiones a los grupos? ¿Beneficia esta situación a los intocables? Esperamos una reacción más enérgica y decidida de las autoridades”, afirmó el arzobispo.

La Conferencia Episcopal de Haití pidió una acción inmediata para desarmar a las bandas. “Hay demasiadas armas que entran en el país”, explicó monseñor Max Leroy Mesidor. 

“Los controles aduaneros deben reforzarse, arrojando luz sobre los envíos de armas incautados en las aduanas. Entonces, debería llevarse a cabo un desarme serio, los países amigos de Haití podrían ayudarnos. No somos los primeros en encontrarnos en esta situación y podríamos inspirarnos en el trabajo realizado en otros lugares en este campo, para poder vivir en paz y movernos libremente de acuerdo con las leyes y los principios”. 

Y agregó el arzobispo de Puerto Príncipe: “Es necesario trabajar en la mejora de las condiciones de vida de las personas en general y de los habitantes de los barrios marginales en particular. No puede haber paz cuando una gran parte de la población se ve obligada a vivir en condiciones desastrosas, sin agua potable ni electricidad, sin letrinas ni alcantarillado".

"Hoy, basta un cuarto de hora de lluvia para que los barrios se inunden y la gente salga a la calle, a los campos de deporte y a las plazas. Hay que tener en cuenta la situación de la gente de los barrios obreros, pero parece que no cuentan para el Estado. En mi opinión, necesitamos una conciencia colectiva; un verdadero diálogo nacional y un mínimo de consenso para encontrar una salida a esta crisis que afecta a todos”, concluyó.+