Alemania: Aumento significativo en el número de personas que abandonan la Iglesia

  • 13 de julio, 2022
  • Berlin (Alemania) (AICA)
Pese a la reiterada caída de los últimos años, continúa siendo la confesión más numerosa: 21,6 millones de personas depositan en ella su confianza.

La Iglesia católica alemana sigue perdiendo fieles. El año pasado se dieron oficialmente de baja en ella 359.338 personas, un 60% más que en el año anterior. Se trata de la cifra más alta desde que comenzara a hacer mella la crisis de los abusos sexuales. Este y otros muchos otros datos figuran en la memoria elaborada por la Conferencia Episcopal (DWK) con los datos aportados por las 27 diócesis del país.

En las cifras no hay nada bueno que destacar, reconoció el presidente del episcopado y obispo de Limburgo, monseñor Georg Batzing, quien se confesó “conmocionado” por lo abrumador de los números. 

“Se están marchando no solo las personas que tuvieron poco o ningún contacto con su parroquia durante un largo período de tiempo, ahora están dando este paso también personas que estuvieron muy comprometidas con las parroquias”, reconoció.

Según el obispo Bätzing, hay que ir despidiéndose de la idea de que “las iglesias se llenarán de nuevo o de que el número de creyentes volverá a aumentar. Los escándalos que lamentamos en el interior de la Iglesia, y de los que en medida significativa somos responsables nosotros mismos, se ven reflejados en la cifra de salidas”, afirmó. Esos números, considera el presidente del episcopado, muestran que las reforman emprendidas, vinculadas al llamado Camino Sinodal, “no han llegado todavía” a los creyentes.

“Para nosotros, como Iglesia Católica, las cosas ya no son obvias. Tenemos que volver a explicarnos, explicar qué hacemos y por qué lo hacemos”, dijo monseñor Bätzing y expresó su creencia en el “poder” que reside en el mensaje del Evangelio.

“Por lo tanto, los datos de 2021 también son un desafío para mí: continuar con audacia el camino que la Iglesia eligió”, dijo el presidente del episcopado alemán y agregó: “Sin embargo, me gustaría animar a la gente a ver más ventajas de la Iglesia. Sin las numerosas ofertas del ministerio de la Iglesia y la mediación de la fe, nuestra comunidad humana perdería profundidad. Sin nuestra Cáritas, la sociedad sería más pobre. Sin miles de ofertas educativas nuestro país sería más pobre, y sin un gran compromiso con los marginados, especialmente refugiados y afectados por la guerra, el mundo sería aún más triste”.

Números récords
Los casi 360.000 abandonos suponen un récord y corroboran, una vez más, la gravedad de la situación. En 2020 y 2019, las deserciones fueron igualmente muy altas: 221.390 y 272.771, respectivamente. 

En el último ejercicio la mayoría de las renuncias se produjeron en las arquidiócesis de Colonia (40.772) y Múnich y Frisinga (35.323). Son las sedes que pastorean los cardenales Woelki y Marx y que en los últimos meses hicieron público sus informes sobre abusos.

El año pasado se incorporaron por primera vez a la Iglesia católica alemana 1.465 fieles, mientras que 4.116 regresaron a su disciplina después de haberla abandonado anteriormente. En total, la Iglesia católica alemana cuenta actualmente con 21.645.875 miembros, lo que representa el 26% de la población. Esa cifra hace de ella la confesión con mayor número de seguidores.

Los datos de este último año son objetivamente malos. El número de sacerdotes pasó de 12.565 en 2020 a 10.313 en 2021, una disminución de 2.252. El año pasado solo hubo 62 ordenaciones, 48 en el ámbito diocesano y 14 en el de las congregaciones religiosas.

La pandemia siguió condicionando la práctica religiosa. El número de bodas y de bautismos aumentó significativamente: en el caso de los matrimonios, se pasó de 11.018 a 20.140, y en el de los bautismos, de 104.610 a 141.992. También se registraron más primeras comuniones: 156.574, por 139.752 del año anterior. En cambio, la asistencia a la misa dominical siguió descendiendo, pasando de un 5,9% en 2020 a un 4,3% en 2021. En 2019, antes de la pandemia, la práctica en la misa dominical era del 9,1%. Estas estadísticas no contemplan los servicios a través de internet o de la radio.

Debido a la reestructuración en curso de las diócesis, el número de parroquias disminuyó a 9.790 (2020: 9.858). El número de sacerdotes es de 10.313 (2020: 12.565), de los cuales 6.215 son sacerdotes que trabajan en parroquias (2020: 6.303). En otros ministerios, las estadísticas para 2021 muestran: 3.253 diáconos permanentes (2020: 3.245), 3.198 asistentes pastorales (mujeres: 1.532, hombres: 1.666) y 4.318 asistentes parroquiales (mujeres: 3.400, hombres: 918). El número de ordenaciones sacerdotales en 2021 fue de 62 (incluyendo 48 diocesanos y 14 religiosos).

La crisis no es exclusiva de los católicos. La Iglesia evangélica alemana (EKD) perdió en el último ejercicio 280.000 fieles, según comunicó la propia institución en la presentación de sus estadísticas el pasado marzo. Se trata, también, de una cifra récord. Los protestantes son en total 19,7 millones: el 23,7% de la población. En Alemania hay también unos 3 millones de ortodoxos y 1,8 millones de creyentes de otras denominaciones cristianas.

Valoraciones
Los obispos alemanes coinciden en calificar la situación como “preocupante” y en indicar que hay que “escuchar a la gente” y “tomar en serio sus críticas”. Para el obispo de Rottenburg-Stuttgart, monseñor Gebhard Fürst, el hecho de que otras organizaciones estén también perdiendo miembros “no puede ser un consuelo”.

Este prelado considera que la crisis no es solo atribuible a los casos de abusos. El obispo de Hildesheim, monseñor Heiner Wilmer cree, sin embargo, que "está claro que la credibilidad de nuestra Iglesia sufrió enormemente por los innumerables casos de los últimos años".

Desde su diócesis de Dresde-Meiben, monseñor Heinrich Timmerevers da las gracias a todos los fieles que, "a pesar de las preguntas, dudas y críticas justificadas, siguen al lado de su Iglesia", cuya cara positiva espera volver a ver brillar pronto.

Y el arzobispo de Bamber, monseñor Ludwig Schick, constata que muchos de los que dan la espalda ahora lo hacen para protestar y forzar reformas. "Queremos mantenernos en contacto con ellos, son importantes para nosotros. La puerta permanece abierta", afirmó.+