Mons. Colombo: "Los santuarios, espacios sagrados donde Dios ha dejado huella"

  • 6 de julio, 2022
  • Mendoza (AICA)
Así los definió el arzobispo de Mendoza durante la misa dominical, en la que también destacó las enormes ganas de servir y la voluntad de testimoniar a Cristo de los beatos mártires del Zenta.

El arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Daniel Colombo, presidió la Eucaristía desde el templo del Sagrado Corazón de Jesús, de los padres de la Compañía de Jesús, donde destacó la experiencia de los santuarios.

“Los santuarios son espacios sagrados donde Dios ha dejado huella, donde Dios nos invita a rezar, donde nos reconocemos parte de un pueblo peregrino que se acerca y festeja, y encuentro la gracia a través del sacramento de la reconciliación y puedo celebrar con otros hermanos la Eucaristía”, definió.

“Esa experiencia de reconocernos convocados a la casa de Dios es, en el horizonte del cristiano, entrar en esa presencia, para pertenecer a ese pueblo invitado, sostenido por la gracia providente del Padre”, subrayó.

Al reflexionar sobre el Evangelio, el arzobispo mendocino recordó que “la misión es un envío de Jesús, con la conciencia de que estos discípulos van a lugares difíciles; van entre lobos, van entre peligros. Volverán contentos, volverán felices de la misión cumplida pero ciertamente estaba Jesús rezando por ellos y sosteniendo su misión”.

Monseñor Colombo detalló también que el sábado en la diócesis de Orán fueron beatificados dos sacerdotes: uno nacido en Jujuy, Pedro Ortiz de Zárate y otro nacido en la isla de Cerdeña, el jesuita Antonio Solinas.

“Ellos han recibido la beatificación por razón de su martirio en el siglo XVII en una región compartida por Jujuy y por Salta, lo que se denomina el Abra del Zenta. Ellos entregaron su vida. Podemos decir que asumieron la cruz de Cristo… Su gloria fue, precisamente, abrazar la cruz de Cristo en la misión”, explicó.

“Que esa misión de Antonio Solinas y de Pedro Ortiz de Zárate, que esas enormes ganas de servir, esa voluntad de testimoniar a Cristo no nos falten nunca; y que por intercesión de estos beatos Mártires del Zenta, también nosotros seamos alcanzados por la gracia de Dios, que nos haga valientes y decididamente apóstoles del Evangelio”, concluyó.+