Beneplácito por el reconocimiento del parque y reserva nacional de Ansenuza

  • 5 de julio, 2022
  • San Francisco (Córdoba) (AICA)
Sacerdotes y comunidades católicas a los márgenes de la "Mar Chiquita" difundieron una carta abierta manifestando su alegría y satisfacción por la aprobación en el Senado de la ley en este sentido.

Animados por el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, sacerdotes y comunidades católicas a los márgenes de la “Mar Chiquita” difundieron una carta abierta manifestando su alegría y satisfacción por la reciente aprobación del Senado de la Nación de la ley que reconoce “El parque y reserva nacional de Ansenuza”.

“¡Tan inmensa es la riqueza de este ecosistema y su biodiversidad, reflejo luminoso de la bondad, sabiduría y belleza de su Creador!”, exclamaron y citaron expresiones del papa Francisco y el patriarca ortodoxo Bartolomé de Constantinopla referidas al cuidado de la casa común.

“Tenemos que agradecer, de forma especial, a todos los que hicieron suya esta noble causa y han trabajado intensamente para alcanzar este objetivo: autoridades, organizaciones de la sociedad civil, ciudadanos. Todos somos responsables de la paciente construcción del bien común”, aseguraron en el texto.

Sacerdotes y comunidades de la región sostuvieron que “la aprobación de esta nos proyecta a un horizonte de relaciones ‘a escala global’ con turistas de nuestra patria y de todo el mundo que nos visitarán en mayor número, atraídos por el nuevo Parque Nacional. Es una gran oportunidad para crecer en humanidad con estos vínculos. También para enriquecer a nuestros visitantes, manifestándoles el aprecio por la riqueza con que hemos sido bendecidos y los valores que animan la variada cultura de nuestros pueblos”.

“Podremos así brindar bienes y servicios a esos huéspedes que lleguen en diversos ámbitos y actividades sociales. Seguramente redundarán en desarrollo para nosotros y las próximas generaciones. A las comunidades cristianas que acompañamos como pastores nos compete el servicio del Evangelio: su anuncio, su celebración y su inspiración para la vida”, agregaron.

Las comunidades católicas de Ansenuza, pastores y laicos, se comprometieron a seguir trabajando para brindar los servicios de la evangelización (celebraciones, catequesis, acompañamiento) a todos, tanto a quienes viven en esos pueblos como a quienes llegan a visitarlos. 

“¡En la alegría del Señor los saludamos, bendiciendo de un modo especial esta nueva etapa a la que ingresamos, en la historia de nuestra región!”, concluyeron.

Firmaron la carta abierta, además de monseñor Buenanueva, los sacerdotes Raúl Martini, Diego Fenoglio, Marcelo Cereda, Roberto Lorenzatti, Gabriel Camusso, Daniel Hidalgo, Párrocos de la región de Ansenuza.+

Texto completo
“Bendice al Señor, alma mía: ¡Señor, Dios mío, qué grande eres! Haces brotar fuentes en los valles, y corren sus aguas por las quebradas. Allí beben los animales del campo, los asnos salvajes apagan su sed. Las aves del cielo habitan junto a ellas y hacen oír su canto entre las ramas.” (Salmo 104, 1.10-12). 

“Todo el universo es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros. El suelo, el agua, las montañas, todo es caricia de Dios. La historia de la propia amistad con Dios siempre se desarrolla en un espacio geográfico que se convierte en un signo personalísimo, y cada uno de nosotros guarda en su memoria lugares cuyo recuerdo le hace mucho bien.”( Laudato si’ 84). 

Queridos hermanos de la región de Ansenuza: 

¿Quién de nosotros, los que hemos crecido en sus márgenes, no puede decir que la "Mar Chiquita" no ha sido un “signo personalísimo” de Dios, de la maravilla y grandeza de su creación, un regalo para todos y cada uno? 

Su horizonte ilimitado despierta, especialmente en lo niños (y en quienes son como ellos), la pregunta sobre el infinito y del misterio inabarcable del Creador. Las puestas de sol, embargados por su belleza, nos permiten hacer experiencia anticipada de aquel “cara a cara” de la bienaventuranza del cielo. En la frondosa variedad de su avifauna podemos entrever algo de la riqueza inagotable de su imaginación creadora y de su amor divino.

¡Tan inmensa es la riqueza de este ecosistema y su biodiversidad, reflejo luminoso de la bondad, sabiduría y belleza de su Creador! 

Los párrocos de las comunidades católicas que forman parte de la región de Ansenuza, animados por nuestro obispo, queremos manifestar nuestra alegría y satisfacción por la reciente aprobación del Senado de la Nación de la ley que reconoce “El parque y reserva nacional de Ansenuza”. 

Tenemos que agradecer, de forma especial, a todos los que hicieron suya esta noble causa y han trabajado intensamente para alcanzar este objetivo: autoridades, organizaciones de la sociedad civil, ciudadanos. Todos somos responsables de la paciente construcción del bien común. 

El papa Francisco, citando al Patriarca Bartolomé de Constantinopla, nos dice: “Los cristianos estamos llamados a aceptar el mundo como sacramento de comunión, como modo de compartir con Dios y con el prójimo en una escala global” (LS 9). 

La aprobación de esta nos proyecta a un horizonte de relaciones “a escala global” con turistas de nuestra patria y de todo el mundo que nos visitarán en mayor número, atraídos por el nuevo Parque Nacional. Es una gran oportunidad para crecer en humanidad con estos vínculos. También para enriquecer a nuestros visitantes, manifestándoles el aprecio por la riqueza con que hemos sido bendecidos y los valores que animan la variada cultura de nuestros pueblos. 

Podremos así brindar bienes y servicios a esos huéspedes que lleguen en diversos ámbitos y actividades sociales. Seguramente redundarán en desarrollo para nosotros y las próximas generaciones. A las comunidades cristianas que acompañamos como pastores nos compete el servicio del Evangelio: su anuncio, su celebración y su inspiración para la vida. 

El crecimiento que anhelamos ha de ser integral: además de económico, también social y espiritual. Nos dice al respecto el Papa Francisco: “Estamos llamados a incluir en nuestro obrar una dimensión receptiva y gratuita, que es algo diferente de un mero no hacer (…) el descanso en sentido cristiano favorece a ampliar la mirada, y volver a reconocer, la gratuidad y el valor de la creación, junto al valor, y el derecho de los demás. Así el descanso, cuyo centro es la Eucaristía, derrama su luz sobre la semana entera y nos motiva a incorporar el cuidado de la naturaleza y de los pobres” (LS 237). 

Los que formamos las comunidades católicas de Ansenuza, pastores y laicos, nos comprometemos a seguir trabajando para brindar los servicios de la evangelización (celebraciones, catequesis, acompañamiento) a todos, tanto a quienes viven en nuestros pueblos como a quienes nos visiten. 

¡En la alegría del Señor los saludamos, bendiciendo de un modo especial esta nueva etapa a la que ingresamos, en la historia de nuestra región! 

Pbros. Raúl Martini, Diego Fenoglio, Marcelo Cereda, Roberto Lorenzatti, Gabriel Camusso, Daniel Hidalgo, párrocos de la región de Ansenuza.
Mons. Sergio O. Buenanueva, obispo diocesano.
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