Los Hogares de Cristo renuevan su compromiso: "Ni un pibe menos por la droga"

  • 27 de junio, 2022
  • Buenos Aires (AICA)
En el Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas, la Federación Familia Grande Hogar de Cristo se pronunció con un mensaje.

La Federación Familia Grande Hogar de Cristo elaboró un mensaje con motivo del Día Internacional contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas, que se conmemoró el 26 de junio. 

"Queremos estar presentes como sociedad, como argentinos, en un tema que nos tiene que unir y que tiene que ocupar los primeros lugares en las agendas de todos, especialmente de la política pero también de las organizaciones del argentino de a pie", expresa la carta, firmada por su presidente, el presbítero José María Di Paola. "Es un tema que nos demanda la gente y que nos demanda un trabajo y un compromiso".

"Si hablamos de esclavitudes y de independencias sin duda tenemos que pensar en aquello que nos esclaviza: la droga. La mejor manera de prepararnos para el 9 de julio será decir: vamos a ser un país independiente en la medida en que no seamos esclavos ni del narcotráfico ni de la droga", afirma.

"En este sentido, la sociedad argentina necesita ponerlo como prioridad. Vemos con preocupación que hay episodios que llaman la atención y tendrían que estar adelante pero pasan a un segundo, tercero o último lugar cuando aparecen temas de menos importancia o cuantía", advierte. "Los ciudadanos comunes, de a pie, que están en los barrios saben que este es el drama que atraviesa toda la sociedad argentina, más allá de su rango social y del lugar en donde viva", sostiene. 

Además, recuerda: "Nosotros como curas de las villas venimos realizando una tarea desde hace mucho tiempo: estamos por cumplir 15 años que coincidirán con los 10 años del papado de Francisco. Esto será en marzo del 2023. Y nos estamos preparando para una gran Peregrinación que quiere anunciar a la Argentina, visitando los Centros Barriales de la mano de la Virgen de Luján, lo importante de que no haya 'Ni un pibe menos por la droga'".

"Esto no es solo para nosotros y los Centros Barriales: es para toda la Argentina. Para que tomemos conciencia de que esta es una tarea que nos compete a todos: tanto la prevención como la recuperación de aquellos que han caído en la droga. Todos tenemos que sentirnos agentes preventivos y también hermanos en la recuperación", insiste la carta.

Esta tarea, precisa, "no es solo de aquellos profesionales que se dedican exclusivamente a la recuperación: es para todo argentino. Es para la madre que está en la villa, para el 'profe' que está en un barrio popular o para el profesor que está en la universidad. Es la tarea para cualquier argentino esté en el lugar en el que esté", resume. 

“Ni un pibe menos por la droga”, explica, "no significa solo asumir un lema o eslogan, sino que tiene que ver con una actitud frente a la vida, con el compromiso real y concreto cuando me pregunto qué hago yo para que un pibe viva dentro de la sociedad y como Dios manda. Dios nos da capacidades para que las desarrollemos. La droga hace que esas capacidades no se puedan desarrollar como corresponde". 

"En estos 15 años hemos descubierto y realizado dos cosas bien concretas: el abordaje territorial y el abordaje integral de las adicciones", recuerda. "Le damos lugar y cuidado a aquellas personas que viven en nuestro barrio y caen en el consumo de drogas. Y sabemos también que todos los agentes de prevención están dentro de barrio. El catequista, el que hace deportes, el que está educando son agentes de prevención", enumera. 

"Por esto creemos en las '3 C' (Capilla-Club-Colegio) instalados en cada barrio. Creemos que es una fórmula de la comunidad organizada la que, en este tiempo de individualismo y globalización, sigue siendo el horizonte de la tarea de los curas de las villas y de las organizaciones de los barrios", afirma.

Por otra parte, destaca la necesidad de ir hacia la construcción de comunidades organizadas. "El Registro Nacional de Barrios Populares (ReNaBaP) cuenta más de 5.000 barrios. Qué lindo sería encontrar en cada uno de ellos una comunidad organizada para que pueda ser agente preventivo en la misma barriada. Y que el que tiene un problema de adicciones encuentre su primera respuesta dentro del mismo barrio", anhela el sacerdote. 

Por otra parte insiste en que "no se trata solamente de 'él y la droga' sino de 'él y su realidad'. La falta de trabajo y capacitación, los problemas familiares y con su vida pasada, tienen que ver con sus adicciones. Si no abordamos la integralidad de su vida vamos a lograr que por un instante deje la sustancia, pero no pensemos que lo hemos recuperado", advirtió. 

"Cuando la droga llega a la vida de los más probres es destructiva", alertó Di Paola en su carta. De ahí que considere importanto "que todos los asumamos, especialmente que la clase política lo tome como prioridad" y subrayó que ellos "no pensamos que la droga sea algo bueno. Pensamos que es algo malo". 

"Cuántas madres llegan a nuestras parroquias llorando por la situación de sus hijos", agregó y lamentó que "no hay respuestas porque no hay leyes ni formas de contención".

El padre Di Paola destacó finalmente que con "tan buena intencionalidad y organizando los barrios, nuestros Centros Barriales de Atención Comunitaria (CACs), muchas veces fueron la única presencia" y "esto es algo positivo y hay que incentivarlo para multiplicar las posibilidades de recuperación con respuestas rápidas y concretas", destaca.

De ahí que insista en su carta en el anhelo de "Ni un pibe menos por la droga' y alentó a tratar "todos juntos de vivir el compromiso más allá de nuestras ideas y diferencias, porque esta tarea necesita del esfuerzo y la unión de todos los argentinos".+