El Celam condena y rechaza el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en México

  • 24 de junio, 2022
  • Ciudad de México (AICA)
El organismo eclesial latinoamericano expresó su consternación y profunda indignación por los crímenes. En tanto, los obispos mexicanos dicen "basta de violencia" y piden convocar al diálogo nacional.

La presidencia del Consejo Episcopal Latinoamericano expresó su rechazo y condena al crimen de los padres jesuitas Javier Campos Morales SJ y Joaquín César Mora Salazar SJ, y del laico Pedro Palma, en hechos perpetrados el lunes 20 de junio en el templo de la comunidad de Cerocahui, en Sierra Tarahumara, Estado de Chihuahua.

En un mensaje de solidaridad firmado por los arzobispos Miguel Cabrejos y Jorge Eduardo Lozano, presidente y secretario general del organismo de comunión eclesial, expresan su más hondo sentimiento de consternación y profunda indignación ante las diferentes expresiones de violencia que azotan al pueblo mexicano y que en esta ocasión acabaron con la vida de dos sacerdotes jesuitas.

Al mismo tiempo el Celam presentó sus condolencias y solidaridad a la Compañía de Jesús, los familiares de las víctimas y la Iglesia mexicana.

"Acompañamos con nuestras oraciones a la Iglesia de México en esta hora de aflicción, y de manera especial a nuestros hermanos de la Compañía de Jesús quienes al igual que muchos sacerdotes, misioneros y miembros de la vida religiosa, permanecen fieles a su misión, a pesar de las amenazas contra su integridad, acompañando a las comunidades, asistiéndolas, celebrando la fe y velando por sus vidas hasta las últimas consecuencias, a ejemplo de nuestro Señor Jesucristo, quien ha dado vida en la cruz por nuestra salvación", afirma el documento.

Abrazando y denunciando las múltiples expresiones de violencia, abuso y opresión en toda la región, los prelados lamentaron que estos acontecimientos siempre afecten a los más vulnerables y a quienes acompañan su vida; de ahí que la presidencia del Celam recordara pasajes de la intervención del papa Francisco en la Audiencia General de este 22 de junio, en la que el pontífice afirmó: "La violencia no resuelve los problemas, sino que aumenta los sufrimientos innecesarios”.

En concordancia con lo anterior y comprometidos en el esfuerzo de trabajar por la reconciliación, la paz y la defensa de los derechos humanos, el Celam hizo un llamado a las autoridades y al Gobierno Federal para que el proceso se desarrolle con celeridad en aras de avanzar con las investigaciones que permitan identificar y judicializar a los responsables del crimen, garantizando la seguridad de la comunidad de Cerocahui.

Por otra parte recordaron que si bien los cuerpos de los sacerdotes fueron recuperados 72 horas después del homicidio, el organismo lamenta el dolor que atraviesan miles de familias mexicanas que conviven a diario con la incertidumbre al desconocer el paradero de sus familiares desaparecidos a quienes no han podido dar cristiana sepultura.

"Nos unimos a nuestros hermanos del episcopado mexicano que en su mensaje al Pueblo de México ha manifestado su profunda preocupación por la creciente violencia… y la pérdida de vidas inocentes que llenan de luto a familias enteras", situación que se calcula deja 122.000 muertos en los últimos tres años y medio, todos víctimas de presuntas muertes violentas.

Finalmente la presidencia del Celam aboga para que todas estas situaciones de dolor que aquejan a los pueblos de América Latina, sean un motivo para abrazar la Pascua, despertar y colaborar en la construcción de un mundo más justo, al modo del Reino; conservando la esperanza de que sea nuestra Señora de Guadalupe, patrona de México y del continente, sea quien consuele nuestro dolor sin perder la esperanza, e intercediendo por la paz del pueblo mexicano junto a tantos mártires de América Latina y el Caribe que al derramar su sangre fueron testimonio de entrega, amor a Dios, los pobres y defensa de la Creación.

El episcopado mexicano clama "basta con la violencia"
Por su parte, la Conferencia Episcopal Mexicano pide a las autoridades a que convoquen un diálogo nacional para emprender “acciones inteligentes e integrales con el fin de alcanzar la paz mediante una participación conjunta". Así se lee en el mensaje que los obispos enviaron a la sociedad, en la que mencionan datos oficiales del incremento de la violencia, en más de tres años han ocurrido 122.000 asesinatos.

Los obispos manifiestan su cercanía y solidaridad con las víctimas, “más allá de nuestras diferencias políticas o sociales, reconociendo que todos somos hermanos” y piden que se ponga un alto a esta violenta situación. “¡Ya basta! No podemos ser indiferentes ni ajenos a lo que nos está afectando a todos”, claman en el mensaje, y recuerdan las palabras del Papa Francisco en la audiencia general de este miércoles pasado, cuando el Pontífice clamó con dolor: ¡Cuántos asesinatos en México!

Ante la gravedad de los hechos, los obispos hacen un llamado al Gobierno Federal y a los distintos niveles de autoridades, “en consonancia con el pronunciamiento que se ha realizado desde el Senado de la República: es tiempo de revisar las estrategias de seguridad que están fracasando”. Es tiempo de escuchar a la ciudadanía, a las voces de miles de familiares de las víctimas, de asesinados y desaparecidos, a los cuerpos policiacos maltratados por el crimen, se lee en el texto, es tiempo de escuchar a los académicos e investigadores, a las denuncias de los medios de comunicación, a todas las fuerzas políticas, a la sociedad civil y a las asociaciones religiosas.

Los obispos afirman en el mensaje que es inútil negar la realidad o culpar a tiempos pasados de lo que corresponde resolver ahora, e insisten que escuchar al otro “no hace débil a nadie, al contrario, nos fortalece como Nación”, afirman.

El episcopado mexicano afirma que es “responsabilidad de los gobernantes aplicar la ley con justicia para erradicar la impunidad, respetando los derechos humanos, pero procurando la seguridad de los ciudadanos y la paz social”.

Los obispos mexicanos hacen un llamado a las autoridades a que convoquen un diálogo nacional para emprender “acciones inteligentes e integrales con el fin de alcanzar la paz mediante una participación conjunta. Creemos que “la paz es posible, que tiene que ser posible”. En esta tarea todos los ciudadanos de buena voluntad podemos ser aliados”, se afirma.

Los obispos exclaman con tristeza cuánta maldad y desorden social existe en el país, reconocen que como Iglesia no han “hecho lo suficiente en la evangelización de los pueblos, y consideran necesario redoblar esfuerzos: “Queda mucho por hacer en la reconstrucción del tejido social, desde la labor pastoral que nos es propia. Reafirmamos nuestro compromiso manifestado en nuestro primer eje transversal del proyecto pastoral 2021-2024: la construcción de paz".+