El Papa invita a preguntarse: ¿Qué hago por el pueblo ucraniano?

  • 19 de junio, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Tras el Ángelus, el Papa insta a preguntarse si cada uno está o no cerca de comprender y solidarizarse con un pueblo "martirizado" que sufre. También pidió no olvidarse de la violencia en Myanmar.

El papa Francisco volvió a referirse hoy, una vez más a la guerra de Ucrania, al cumplirse casi cuatro meses de la invasión rusa, pidiéndole a la comunidad internacional que no se olvide del drama que vive "el martirizado" pueblo ucraniano.

"Y no olvidemos al martirizado pueblo ucraniano en estos momentos, pueblo que está sufriendo. Me gustaría que quedara una pregunta en todos ustedes: ¿qué hago hoy por el pueblo ucraniano?”, planteó desde la ventana del Palacio Apostólico ante los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.

“¿Rezo? ¿Estoy ocupado? ¿Intento comprender? ¿Qué hago hoy por el pueblo ucraniano? Que cada uno se responda a sí mismo en su propio corazón”.

El grito de dolor del pueblo birmano
El Papa también pidió no olvidar el "el grito de dolor" que llega desde Myanmar, gobernada por una junta militar y de donde los rohinyás, de etnia bengalí y fe musulmana, se han visto obligados a huir, entre otras situaciones.

“Sigue llegando de Myanmar el grito de dolor de tantas personas que carecen de asistencia humanitaria básica y que se ven obligadas a abandonar sus hogares porque han sido incendiados y a huir de la violencia”.

“Me uno al llamamiento a los obispos de esa querida tierra para que la comunidad internacional no olvide al pueblo birmano, para que se respete la dignidad humana y el derecho a la vida, así como los lugares de culto, los hospitales, las escuelas, y bendigo a la comunidad birmana en Italia representada hoy aquí”, agregó.

Los obispos católicos de Myanmar emitieron esta semana un comunicado al término de su asamblea general en el que expresan su preocupación por la frágil situación en la que viven miles de civiles como consecuencia de la inestabilidad política y el conflicto.

"La dignidad humana y el derecho a la vida nunca pueden ser violados", escribieron los prelados.+