Schevchuk: El Espíritu Santo desenmascara el intento de justificar el mal del "agresor criminal"

  • 16 de junio, 2022
  • Kharkiv (Ucrania) (AICA)
"Espíritu Santo, bendice a Ucrania, danos el espíritu de consejo para nunca nadie sea engañado. Enséñanos no sólo a distinguir entre el bien y el mal", pidió el primado greco católico.

El primado de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, Su Beatitud Sviatoslav Schevchuk, dió a gracias a Dios y a los militares de ese país por “poder ver la luz de una nueva mañana, por haber podido vivir hasta esta mañana” en su reflexión de este jueves 16 de junio, al cumplirse 113 días de la “sangrienta guerra a gran escala” emprendida por Rusia contra el pueblo de Ucrania.

“Hoy es una alegría vernos unos a otros no de modo virtual sino realmente. Le decía a mi gente que la mayor felicidad es que hoy podamos encontrarnos y darnos un apretón de manos. Agradezco a mis obispos por el ministerio que están llevando a cabo aquí en Kharkiv”, expresó. 

En el marco de la fiesta del Espíritu Santo, la máxima autoridad católica invitó a reflexionar sobre uno de sus dones especiales que se llama consejo.

“Hoy por nuestros maestros espirituales, por nuestros padres espirituales, pidiendo para ellos el don de consejo del Espíritu Santo. Que puedan tener el don de discernimiento, discernimiento de las vocaciones, discernimiento de los diferentes dones que el Espíritu Santo dona a cada persona. También rezamos por los padres y educadores, para que enseñen a cada ucraniano de hoy a discernir correctamente el bien del mal”, sugirió.

“Por desgracia, el agresor criminal intenta justificar su crimen. Intenta hacer pasar el matar y el agredir como algo bueno, pero esta justificación a la luz del don del Espíritu Santo, queda desenmascarada. Hoy pedimos, Oh Espíritu Santo, bendice a Ucrania, danos el espíritu de consejo para nunca nadie sea engañado. Oh, Espíritu Santo enséñanos no sólo a distinguir entre el bien y el mal, sino también a elegir sólo lo bueno para vivir de acuerdo a lo que el Señor Dios nos da para nuestro bien", pidió. 

Texto de la reflexión diaria
¡Alabado sea Jesucristo! Queridos hermanos y hermanas, hoy es jueves 16 de junio de 2022 y Ucrania vive ya 113 días de esta sangrienta guerra a gran escala emprendida por Rusia contra el pueblo ucraniano.

Hoy los saludamos desde Kharkiv. Junto con los obispos y el clero, junto con el pueblo fiel, la gente de nuestra catedral de San Nicolás aquí en Kharkiv, damos gracias a Dios y a los militares ucranianos por poder ver la luz de una nueva mañana, por haber podido vivir hasta esta mañana. Sabemos que nuestros militares y también muchos civiles durante las últimas 24 horas han pagado con sus propias vidas para que nosotros podamos estar juntos hoy. Ayer también visitamos la ciudad de Sumy que se encuentra a 20 kilómetros de la zona fronteriza rusa. La provincia de Sumy tiene más de 500 kilómetros de frontera con Rusia. Visitamos esas ciudades y aldeas destruidas y realmente pudimos sentir cómo Ucrania está luchando por la vida. El 95 % de la provincia de Sumy logró realizar la campaña de siembra para poder alimentar a sus hijos con su pan y también para alimentar al mundo. Por desgracia la guerra continúa y en Kharkiv que también está exactamente a 20 kilómetros de la frontera con Rusia y literalmente a 60 km de aquí, se están llevando a cabo actividades militares muy intensas.

La ciudad de Izium, muy cerca nuestro, está ocupada. En esa parte de la provincia de Luhansk hay una lucha muy dura por Severodonetsk, así como también en las zonas de la provincia de Luhansk que están ahora bajo control del ejército ucraniano. A lo largo de la línea del frente desde la provincia de Kharkiv en el norte hasta las provincias de Mykolajiv y de Khersón en el sur, hay fuertes y sangrientos combates. ¡Pero Ucrania está en pie! ¡Ucrania lucha!

Y hoy es una alegría vernos unos a otros no de modo virtual sino realmente. Le decía a mi gente que la mayor felicidad es que hoy podamos encontrarnos y darnos un apretón de manos. Agradezco a mis obispos por el ministerio que están llevando a cabo aquí en Kharkiv. 

Estamos viviendo la fiesta del Espíritu Santo y reflexionamos cada día sobre los dones que ha traído el Espíritu Santo a la Iglesia. Hoy me gustaría meditar sobre un don especial del Espíritu Santo que se llama Consejo. Este don del Espíritu Santo ayuda de verdad a la persona a discernir. Principalmente a discernir los espíritus. Porque el apóstol Juan dice: “no os fiéis de cualquier espíritu, sino examinad si los espíritus vienen de Dios” . Este es el don del Espíritu Santo que nos hace capaces, nos enseña, nos da como una sensibilidad espiritual especial para escuchar a Dios. Para sentir su presencia. Y en la vida práctica diaria, este don nos enseña a distinguir entre el bien y el mal. Porque sabemos que cuando el hombre peca, la capacidad de distinguir entre el bien y el mal queda herida. Cada malhechor quiere justificar su crimen llamándolo bueno. También es verdad que el hombre moderno, a veces no comprende del todo en qué consiste el bien y el mal. Por eso este don del Espíritu Santo es especialmente importante. Este don sobretodo se siente aquí en Kharkiv. Porque si alguien quiere ver el rostro del verdadero bien, miren las caras de estas personas. Los rostros de estas personas que cada día están en peligro de muerte, pero que con rostros sonrientes buscan el rostro de Dios. Hoy rezamos por nuestros maestros. Por nuestros maestros espirituales, por nuestros padres espirituales, pidiendo para ellos el don de Consejo del Espíritu Santo. Que puedan tener el don de discernimiento, discernimiento de las vocaciones, discernimiento de los diferentes dones que el Espíritu Santo dona a cada persona. También rezamos por los padres y educadores, para que enseñen a cada ucraniano de hoy a discernir correctamente el bien del mal. Por desgracia, el agresor criminal intenta justificar su crimen. Intenta hacer pasar el matar y el agredir como algo bueno, pero esta justificación a la luz del don del Espíritu Santo, queda desenmascarada. Hoy pedimos, Oh Espíritu Santo, bendice a Ucrania, danos el espíritu de Consejo para nunca nadie sea engañado, Oh Espíritu Santo enséñanos no sólo a distinguir entre el bien y el mal, sino también a elegir sólo lo bueno para vivir de acuerdo a lo que el Señor Dios nos da para nuestro bien. 

¡Oh Dios, bendice a Ucrania! 

La bendición del Señor y su misericordia descienda sobre ustedes por su divina gracia y amor y permanezcan ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén.+