Caritas Internationalis a la OMC: Sigue sin resolverse el problema de las patentes de las vacunas

  • 14 de junio, 2022
  • Ginebra (Naciones Unidas) (AICA)
"Se ha abandonado a los pobres", advirtió Cáritas a la Organización Mundial del Comercio (OMC). En los países de bajos ingresos, solo el 17,6% de las personas fueron vacunadas.

En ocasión de la duodécima Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se está desarrollando en Ginebra hasta el 15 de junio, Caritas Internationalis volvió a pedir que se renuncie a los derechos de propiedad intelectual de todas las tecnologías médicas, a fin de facilitar el intercambio de información y la transferencia de tecnologías a los países en desarrollo para ayudarlos a responder a la pandemia de Covid-19. 

Tras 18 meses de negociaciones correspondientes al Acuerdo sobre los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio (Adpic), la esperanza de que la experiencia de la pandemia pueda abrir las puertas a la investigación e instrumentación de soluciones eficaces, amplias y completas para proteger la vida de las personas más pobres y vulnerables del mundo quedó en una mera intención. 

Según los últimos datos de la ONU, en los países de bajos ingresos solo el 17,6 % de las personas recibieron al menos una dosis de la vacuna contra el covid-19, mientras que en los países de altos ingresos se vacunaron con al menos una dosis el 72,2% de las personas. Las personas que viven en la pobreza -las más expuestas a la enfermedad y su impacto- quedaron abandonadas y no tienen acceso a la atención médica, a las vacunas y tecnologías y a los recursos sanitarios esenciales para hacer frente al coronavirus y las variantes emergentes.

Por eso Cáritas Internationalis pidió una vez más que se renuncie a todos los derechos de propiedad intelectual mientras dure la pandemia, permitiendo que los países del Sur del mundo produzcan vacunas y refuercen los sistemas de salud para hacer frente a posibles pandemias futuras. Eso no es posible si no se acuerda una rápida transferencia de conocimientos a través de la capacitación y el acompañamiento para la producción de vacunas.

“Es un derecho fundamental de toda persona tener acceso a la atención de la salud en cualquier circunstancia, sobre todo durante las pandemias -explicó el secretario general del organismo eclesial, Aloysius John en una nota-. A raíz de la pandemia de covid-19, que sigue afectando la vidas de millones de personas en todo el mundo, resultó evidente que los ciudadanos de los países en vías de desarrollo deben tener un acceso equitativo a las vacunas”.

Los acuerdos alcanzados hasta ahora -afirmó Cáritas Internationalis- no constituyen todavía una exención temporal completa ya que se impusieron nuevos obstáculos a los países que buscan eliminar las barreras de propiedad intelectual y aumentar la producción de medicamentos contra el Covid-19; no cubren todas las barreras de propiedad intelectual que dificultan el acceso a las tecnologías; no cubren los productos terapéuticos y de diagnóstico; y excluyen a países enteros.

“Pedimos con urgencia a todos los países -agregó John- que tomen sus decisiones en el respeto de los derechos humanos, asegurándose de que se preserve la dignidad de cada persona y que prevalezca la justicia social”.+