Nigeria: Unas cien personas, las víctimas de la "masacre de Pentecostés"

  • 8 de junio, 2022
  • Abuja (Nigeria) (AICA)
Los medios ya informan de cerca de 100 muertos, tras la incursión de 5 asaltantes armados a la iglesia de San Francisco Javier, en Owo, al sur del país, que también hicieron explotar una bomba.

“Los que cometieron la masacre del 5 de junio en la iglesia de San Francisco Javier en Owo (Nigeria) es un grupo bien organizado y entrenado” afirmaron a la agencia Fides, fuentes eclesiásticas en Nigeria, que por razones de seguridad pidieron el anonimato.

“Los agresores llegaron al final de la misa de Pentecostés, mezclándose con los fieles que salían del lugar de culto. Se dividieron en pequeños grupos que empezaron a detonar artefactos explosivos y a disparar a los fieles tanto dentro como fuera de la iglesia, lo que denota un dominio de las armas y de las tácticas de guerrilla”, explicaron las fuentes. 

“La cifra oficial de 22 muertos comunicada por las autoridades debe revisarse al alza”, añadieron. “Probablemente unas 50 personas murieron en el acto, a las que hay que añadir las que murieron posteriormente a causa de sus heridas”. Los medios locales ya informan de cerca de 100 personas muertas.

El dramatismo de las condiciones y el número de heridos se atestiguan indirectamente en los diversos llamamientos a la donación de sangre lanzados por las autoridades sanitarias inmediatamente después de la masacre.

“Estamos realmente preocupados porque la masacre se ha cometido en un estado como Ondo, en el suroeste, que hasta ahora se ha librado de la violencia que asola otras zonas de Nigeria", subrayaron a Fides las fuentes de Nigeria.

"Las comunidades cristianas y los católicos en particular se sienten amenazados. No pasa una semana sin que un sacerdote católico sea secuestrado. Incluso en la víspera de la masacre del 5 de junio había sido secuestrado uno, en un Estado vecino", contaron a Fides refiriéndose al secuestro, el sábado 4 de junio, del padre Christopher Itopa Onotu, párroco de la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, en Obangede, en el área de gobierno local de Okehi, en el Estado de Kogi, limítrofe con el de Ondo.

"Lo que desespera a la población nigeriana es que la mayoría de los asesinos y secuestradores no han sido llevados ante la justicia. Y esto genera desconfianza en el Estado y la tentación de protegerse por sí mismos", concluyeron las fuentes consignadas.

La tensión en Nigeria aumenta a medida que avanza la campaña electoral para las elecciones presidenciales de febrero de 2023.

Una “primavera de fe” en el país más poblado de África
En entrevista con Edward Pentin, del National Catholic Register (NCR), Stephen Rasche da cuenta de ello. Rasche es investigador senior del Instituto de Libertad Religiosa y estuvo los dos últimos años en el país africano trabajando en un proyecto financiado por los Caballeros de Colón, sobre la persecución a cristianos en el norte del país.

“En estos últimos dos años, he podido participar en misas en docenas de iglesias en todo el norte y centro de Nigeria, desde catedrales con capacidad para miles, hasta pequeñas iglesias en las montañas, a las que solo se puede acceder a través de largos viajes a pie. En todos los lugares fui testigo de lo mismo: gran alegría y profunda participación”, afirmó Rasche.

“Es realmente asombroso ver una misa en la que toda la congregación se mueve con fluidez entre sus idiomas nativos, luego al inglés (uno de los idiomas oficiales de Nigeria) y luego a los himnos y oraciones en latín, y luego de regreso a su propia música de celebración. Fui testigo de una adoración asombrosamente profunda y hermosa en estas iglesias dilapidadas y a medio construir. Y dondequiera que estuve, las iglesias están creciendo, realmente se están desbordando”.

Un dato importante: de los 30 millones de católicos del país, afirma el investigador que “casi todos de ellos están en misa todos los domingos”. “Y a pesar de todo el peligro para los sacerdotes y religiosos, las vocaciones están en auge. Los seminarios están llenos, y fuera de las zonas de conflicto no hay lugar donde las iglesias se cierren y consoliden, sino todo lo contrario”. “Es por eso que una violencia maligna se ha desatado sobre la Iglesia allá”, concluyó.+