En el templo histórico de Paclín, Mons. Urbanc llamó a construir la unión nacional

  • 26 de mayo, 2022
  • Paclín (Catamarca) (AICA)
"Somos llamados a redoblar los esfuerzos para ser ciudadanos que construyen el presente sobre el sólido fundamento de la historia, de la responsabilidad y del compromiso", dijo el obispo en el tedeum.

Durante la mañana del martes 25 de mayo, el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanc, presidió el solemne tedeum al cumplirse el 212º aniversario del nacimiento de la Patria. La celebración religiosa se llevó a cabo en el centenario templo de Nuestra Señora del Rosario, en La Merced, departamento Paclín, y fue concelebrada por el párroco del lugar, presbítero Héctor Moreno.

Participaron autoridades provinciales y municipales, encabezadas por el gobernador, Raúl Jalil; y el intendente anfitrión Eduardo Menecier, respectivamente, legislativas y de las fuerzas de seguridad.

Durante su predicación monseñor Urbanc destacó: “La solemne decisión de los padres de la Patria, quienes, para hacer realidad un anhelo que se fue gestando lentamente, sellaban un proyecto que debía consolidarse con el paso del tiempo”.

“A 212 años de aquella comprometedora decisión, los argentinos somos llamados hoy a redoblar nuestros esfuerzos para ser ciudadanos que construyen el presente sobre el sólido fundamento de la historia, de la responsabilidad y del compromiso”, enfatizó.

Luego continuó: “Y así ha de ser, porque la convivencia civil y política adquiere todo su significado si está basada en la amistad civil y en el sentido de la hermandad, en la laboriosidad desinteresada y en la generosidad compartida, en la atención a las necesidades comunes y en la valoración de los intereses particulares, en la promoción del bien común y en la realización integral de cada persona, en la consolidación de la vida social y en la proyección individual”.

En otro tramo de su reflexión, afirmó que a la celebración de “nuestra amada Argentina… unimos la gratitud a Dios por la tierra que nos dio, que es nuestra casa común en la que hemos de habitar con cariño y a la que hemos de cuidar con esmero y mejorar con solícito empeño, revirtiendo el actual curso de las cosas”.

Asimismo, señaló que esta gratitud “se extiende a nuestros antepasados por las riquezas que nos legaron”, las cuales “se sintetizan en el fulgor de la fe y la luz de la educación; en los valores culturales y morales y espirituales que practicaron y promovieron; en el trabajo sostenido en el tiempo y que permitió erigir ciudades, trazar calles y rutas, edificar casas, templos y escuelas; en el cuidado y protección de nuestro dilatado suelo y del mar que moja nuestras playas al amparo del cielo que a todos nos cobija”.

A este agradecimiento unió “la exhortación a nuestros contemporáneos a redoblar los esfuerzos para que nuestra Patria querida vea regados su libertad, sus anhelos y su futuro con el sudor de ciudadanos que cumplen con perseverancia sus deberes de cada jornada, acatan las leyes, respetan la vida, la fama y los bienes del prójimo, se comprometen con la sociedad y se abren hacia la trascendencia, posibilitando así el crecimiento de una comunidad de hombres libres y buenos que marchan hacia el bien común a la luz de la subsidiaridad, la participación y la solidaridad”.

“Para conseguir esto es necesario arrostrar con sabiduría y decisión los graves problemas que afligen a nuestra gente, como la falta de trabajo, la acentuada pobreza, el bajo rendimiento académico en la educación, la precariedad de la asistencia sanitaria, la amenaza continua de la actual pandemia, las diversas adicciones, el desafío climático y el difícil equilibrio entre el uso de los recursos y el cuidado del medio ambiente”, manifestó.

Finalmente, monseñor Urbanc rogó a Jesucristo, Señor de la Historia, a la Madre Santísima del Valle y al beato Fray Mamerto Esquiú, “para que en nuestra amada Argentina se construya la unión nacional, se afiance la justicia, se consolide la paz interior, se provea a la defensa común, se promueva el bienestar general y se aseguren los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”.

Antes de la bendición final, todos los presentes rezaron la Oración por la Patria.

Al concluir la ceremonia litúrgica, el obispo bendijo la obra de la avenida San Martín que cuenta con ciclovía. Luego, la sagrada imagen de la Virgen del Valle abrió y cerró el desfile cívico-militar con el que se homenajeó a la Patria.+