Los padres Camilos, imprescindibles para una Iglesia "hospital de campaña"

  • 16 de mayo, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa recibió en audiencia a los miembros de la Orden de los Clérigos Regulares de los Enfermos, reunidos en Roma en su Capítulo General.

El Santo Padre Francisco recibió este lunes 16 de mayo a los participantes en el 59º Capítulo General de la Orden de los Ministros de los Enfermos (padre Camilos), que acaban de elegir a su nuevo superior general, el padre Pedro Tramontin, de la provincia de los Estados Unidos. El Papa los invitó a continuar la misión de hacerse cargo de "las heridas y las angustias de los hermanos más vulnerables" para actualizar hoy la profecía camiliana. 

Al agradecerles su misión con las personas que sufren, subrayó que se trata de un estilo de vida y un apostolado que combinan el “deseo de un testimonio abierto y concreto a los demás, y la necesidad de comprenderse a sí mismo según los cánones de la pequeñez evangélica”.

“Nuestro tiempo está marcado por un individualismo y una indiferencia que generan soledad y hacen que tantas vidas sean condenadas al ostracismo”. Ante esta constatación, "la respuesta cristiana no está en la observación resignada del presente o en el pesar nostálgico del pasado, explicó el Papa a los padres Camilos, sino en la caridad que, animada por la confianza en la Providencia, sabe amar su tiempo", y, con humildad, da testimonio del Evangelio”.

Es lo que supo hacer san Camilo de Lellis, que en el siglo XVI fundó una familia religiosa que, "imitando la compasión y la ternura de Jesús hacia los que sufren en el cuerpo y en el espíritu, viviría el mandamiento del amor difundiendo con alegría el anuncio del Evangelio y el cuidado de los más frágiles".

Reunidos estos días en Roma para su Capítulo General, los miembros de la Orden de Clérigos Regulares de los Enfermos están reflexionando sobre “lo que es hoy la profecía camiliana” para encontrar nuevos caminos de evangelización y cercanía al servicio de los enfermos, y así "realizar su carisma con fidelidad dinámica", resumió Francisco.

Para lograr este resultado, el Papa sugiere que se inspiren sobre todo en su fundador, una de las figuras de santos que, a su juicio, mejor encarnan el estilo del buen samaritano que se acerca al hermano herido en el camino; una opción de vida que permite “salir de la sombra de un mundo cerrado para generar un mundo abierto”. 

Como san Camilo de Lellis, debemos “mirar la realidad del sufrimiento, de la enfermedad y de la muerte con los ojos de Jesús. La profecía camiliana será así una profecía encarnada”, señaló el pontífice.

El carisma camiliano
El Papa subrayó que asumir las cargas de los demás requiere tanto “una dócil apertura al Espíritu Santo” como “una cierta dosis de audacia” para “expresar en formas nuevas el potencial del carisma y del ministerio camiliano”. El Santo Padre destaca también otros dos rasgos propios del estilo de vida y de apostolado de los Camilos "que parece conjugar dos dimensiones esenciales de la vida cristiana": el deseo de un testimonio abierto y concreto hacia los demás, y la necesidad de comprenderse a sí mismo según a los cánones de la pequeñez evangélica.

Francisco los invitó "a beber de la savia de las bienaventuranzas, a llevar, con dulzura y sencillez, la buena noticia a los pobres y a los pequeños de hoy" y a "refrescarse mutuamente en la confianza que el bien da a una hermana o el hermano que sufre es un don hecho al mismo Jesús". Lo que se vive y se ofrece con alegría todos los días, aunque sea invisible a los ojos del mundo, nunca se pierde, dice Francisco. Es como una semilla caída en la tierra, que germina y da fruto.

Por último el Santo Padre los animó también a no descuidar el recuerdo del primer amor con el que Jesús conquistó sus corazones, para que la opción de la vida consagrada se renueve siempre "desde las raíces", y a valorar "del modo más oportuno" la colaboración con los laicos personas, especialmente con los trabajadores de la salud. 

“Cultivar entre ustedes y con todos la espiritualidad de la comunión los ayudará a discernir mejor lo que el Señor espera de ustedes”, les indicó el Papa y agradeció finalmente a los miembros de la Orden de Clérigos Regulares para los Enfermos, cuya identidad y acción son indispensables para la Iglesia "si queremos ofrecer a la gente un buen 'hospital de campaña', donde los heridos puedan encontrarse y sentir la cercanía y la ternura de Cristo".+