La crisis de natalidad representa una verdadera emergencia social, advirtió el Papa

  • 12 de mayo, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Mensaje a los participantes en la segunda edición de los Estados Generales de la Natalidad. El pontífice indicó que "la pobreza generativa es una nueva perfidia existencial en Occidente"

El papa Francisco advirtió que la crisis demográfica “no es inmediatamente perceptible, como otros problemas que ocupan las noticias, pero es muy urgente: cada vez nacen menos niños y eso significa empobrecer el futuro de todos; Italia, Europa y Occidente empobrecen su futuro”, señaló el pontífice en su mensaje a los participantes en la segunda edición de los Estados Generales de Natalidad, en curso en Roma en el Auditorium della Conciliazione.

En su mensaje, leído en la apertura del acto, el pontífice considera "una periferia existencial en Occidente, poco notoria", la de "mujeres y hombres que tienen el deseo de tener un hijo, pero son incapaces de hacerlo realidad". “Muchos jóvenes luchan por realizar su sueño familiar -explicó el Papa-. Y entonces se baja la vara del deseo y nos conformamos con sustitutos mediocres, como los negocios, el coche, los viajes, la celosa custodia del tiempo libre”. 

“La belleza de una familia llena de hijos corre el riesgo de convertirse en una utopía, un sueño difícil de alcanzar”, escribió Francisco en su mensaje difundido hoy por la Oficina de Prensa de la Santa Sede. 

El Santo Padre, afirmó que la actitud conformista, de no luchar por alcanzar el sueño de traer al mundo hijos, es una “nueva pobreza que lo asusta y añadió que es “la pobreza generadora” de los que descartan el deseo de felicidad en sus corazones, de los que se resignan a diluir sus mayores aspiraciones, de los que se conforman con poco y dejan de esperar grandes cosas.

“Sí, es una pobreza trágica, porque afecta a los seres humanos en su mayor riqueza: traer vidas al mundo para cuidarlas, transmitir la existencia que han recibido a otros con amor”, afirmó.

Por lo tanto, para el Papa, no ver el problema de la falta de nacimiento es una “actitud miope”; es dejar de ver lejos, de mirar hacia adelante. Es dar la espalda -dijo- pensando que los problemas son siempre demasiado complejos y que no se puede hacer nada. Es, en una palabra, rendirse.

De ahí que Francisco elogió el título elegido para el encuentro, organizado por la Fundación para la Natalidad y promovido por el Foro de las Familias: "Se puede hacer". Es el título de los que no renuncian, afirmó el pontífice, de los que esperan contra la esperanza, contra unas cifras que empeoran inexorablemente año tras año. Se puede hacer, significa no aceptar pasivamente que las cosas no pueden cambiar.

Por último, el Papa alentó a todos, porque "las cosas pueden cambiar si, sin miedo, más allá de los intereses partidistas y las vallas ideológicas, comprometámonos juntos", y añadió:

"Por eso espero que a todos los niveles -institucional, mediático, cultural, económico y social- se promuevan, mejoren y apliquen políticas concretas destinadas a relanzar la natalidad y la familia. Pienso en ustedes y me gusta ver cómo el tema de la natalidad es capaz de unir, no de dividir. Empresas, bancos, asociaciones, sindicatos, deportistas, actores, escritores, políticos, todos juntos para reflexionar sobre cómo volver a ilusionarse con la vida".

Los datos, las previsiones y las cifras son ya conocidos por todos, dijo, ahora es necesaria la concreción. Es hora de dar respuestas reales a las familias y a los jóvenes, señaló, la esperanza no puede ni debe morir de espera.

"Pido a Dios que bendiga su compromiso. Estoy cerca de ustedes y los animo, para que juntos podamos revertir el curso de este frío invierno demográfico. Gracias. Se puede hacer".+