Mons. Uriona: "El seguimiento de Jesús significa entregarse a su corazón y a los hermanos"

  • 12 de mayo, 2022
  • Río Cuarto (Córdoba) (AICA)
El obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto reflexionó sobre la importancia de entregar el corazón y entregarse al servicio de los demás, como lo hizo Jesús, el Buen Pastor.

Desde el Seminario Jesús Buen Pastor y en el marco del cuarto domingo del tiempo pascual y Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el obispo de Villa de la Concepción del Río Cuarto, monseñor Adolfo Armando Uriona FDP, invitó a observar con detenimiento la relación particular que “Jesús tiene con las ovejas, con el rebaño, es decir con sus discípulos. Él les habla, él los conoce, él les da la vida eterna, él los custodia y los cuida. Todas estas cosas hace el Buen Pastor con su rebaño”.

Seguidamente, el prelado resaltó el mensaje entregado por el Evangelio según San Juan y subrayó que “tenemos que penetrar en estas palabras de Jesús y tratar de comprender su corazón. Jesús es el único que puede penetrar en la conciencia, en el corazón de cada hombre y conocerlo en profundidad. Conocer sus anhelos, sus esperanzas, sus angustias, sus penas, sus deseos, logros y fracasos”. 

Monseñor Uriona recordó que Jesús espera la respuesta de sus discípulos, espera que lo escuchen y que le respondan. “Esa respuesta está relacionada con el seguimiento, ‘mis ovejas me siguen’. El seguimiento de Jesús significa entregarse a su corazón y entregarse a los hermanos”, agregó.

Refieriéndose al seminario diocesano, "el corazón de la diócesis de Rio Cuarto donde se forman los futuros pastores", el obispo recordó que, aparte de los seminaristas de Río Cuarto, estudian seminaristas de Villa María, Cruz del Eje, San Francisco, Santa Rosa, algunos de San Rafael y también un seminarista de la Patagonia, del Alto Valle, en la etapa introductoria, y pidió rezar para que “el Señor envíe vocaciones a nuestra Iglesia, y pedimos especialmente por la Iglesia argentina”.

Pidió entonces rezar por las vocaciones sacerdotales y también por la vida consagrada porque “Dios sigue llamando y es importante que estemos atentos porque cuando Dios llama para su servicio es para hacernos inmensamente felices”. En ese sentido, deseó “que podamos ser las ovejas que siguen al pastor, que lo siguen porque escuchan su voz, que lo siguen porque se entregan y al entregarse, que puedan servir con todo el corazón al pueblo de Dios.

También recordó que si bien “a alguno de estos pastores, muy pocos, Dios le pide que de la vida a través del martirio, a todos nosotros, Jesús nos está pidiendo que demos la vida en lo cotidiano, en lo simple y sencillo de todos los días”.

Finalmente, dirigiéndose a los seminaristas, instó a que el texto del Evangelio de Juan (10, 27-30), “sea el faro y la guía, y que los encamine, sobre todo en los momentos oscuros, para ser fieles a ese llamado que algún día sintieron”.+