En la jornada del Buen Pastor, Mons. Ojea animó a escuchar a Jesús

  • 8 de mayo, 2022
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro y presidente del episcopado invitó a pedirle al Señor que " nosotros los pastores podamos escucharlo de verdad, dejarnos conocer por Él".

El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, comenzó su reflexión para el Domingo del Buen Pastor recordando el Evangelio de Juan 10-22: “‘Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen’. Escuchan mi voz: ¿Cómo escuchar a Jesús? en primer lugar su Palabra, el Evangelio, y en segundo lugar el silbido del Pastor; es decir, saber escuchar lo que hay detrás de las palabras”.

“El Señor nos habla a través de tantos rostros, a través de la naturaleza creada y a través de los hermanos. El prejuicio es un inconveniente enorme para poder escuchar; los judíos que lo encaran en la fiesta de la Dedicación y que están dudando sobre quien es Jesús, evidentemente ponen este obstáculo de la desconfianza. Cuando no hay confianza no podemos escuchar. Hay prejuicio, escuchamos como si oyéramos llover, ponemos la cara y nos vamos; así actuamos pero no escuchamos de verdad”.

El prelado sanisidrense consideró que “necesitamos una escucha profunda del Pastor; la voz del Pastor, el silbido del Pastor, el llamado del Pastor”. 

“Yo las conozco, dejémonos conocer por Él, no tengamos miedo; Él penetra hasta el fondo de nuestro corazón; Él no nos va a atropellar, nos va a respetar, nos vamos a sentir reconocidos en nuestra dignidad, vamos a sentirnos cómodos delante de ese conocimiento; no tengamos miedo de que conozca nuestros pecados, nuestra vulnerabilidad”.

“En la vida social tenemos miedo de que nos conozcan; que pueden usar de nosotros y ahí aparece un actuar doble, la sospecha continua del actuar doble, de jugar con el conocimiento del otro o de usar una parte del otro que conocemos sin prestar atención es lo que todavía no conocemos”.

Tras citar la frase “Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen”, afirmó que “ese seguimiento es la acción, es el actuar según el Evangelio, es la coherencia, es después de haber escuchado poner en práctica lo que el Señor me pide y esto supone un riesgo, esto supone una entrega continua en este seguimiento cercano”.

En la solemnidad del Buen Pastor, monseñor Ojea invitó a pedirle al Señor que “todos nuestros pastores, que nosotros los pastores podamos escucharlo de verdad, dejarnos conocer por Él y seguirlo de verdad para poder alimentarnos con su mansedumbre, con su ternura al sentir la seguridad de que estamos en sus manos; a sus ovejas nadie las arrebatará de sus manos; al experimentar esa paz y esa seguridad poder actuar en su nombre como pastores y ser pastores mansos y tiernos del pueblo fiel de Dios”.

“Hoy se lo pedimos especialmente a nuestra Virgencita de Luján; hemos venido a Luján para que réplicas de cada diócesis del Gran Buenos Aires sean bendecidas para realizar una misión en cada diócesis. Le pedimos a la Madre de los pastores que nos bendiga de verdad para que podamos ser coherentes, auténticos, escuchar de verdad a través de los rostros de los hermanos a Jesús; dejarnos conocer profundamente por él en la oración honda y profunda y seguirlo con nuestra vida, que es el único modo de ser felices”, concluyó tras participar del cambio de manto de la imagen de la Virgen de Luján.+