La vulnerabilidad a raíz del covid y la guerra, eje de la plenaria de religiosas

  • 29 de abril, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
La Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) se reunirá en Roma del 2 al 6 de mayo inspiradas por el lema "Abrazar la vulnerabilidad en el camino sinodal".

La 22ª Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) se llevará a cabo del 2 al 6 de mayo en Roma, por lo que sus máximas autoridades presentaron hoy en la Sala de Prensa de la Santa Sede las perspectivas de trabajo inspiradas por el lema “Abrazar la vulnerabilidad en el camino sinodal”.

El foco del trabajo, será la conciencia de la vulnerabilidad vivida en los dos últimos años, marcados el covid y ahora, por la guerra en Ucrania. Todo en el contexto de la preparación eclesial para el Sínodo sobre la Sinodalidad.

La pandemia “hizo aún más evidente la fragilidad”, expresó en su discurso la hermana Jolanta Kafka, presidenta de la UISG, quien aseguró que la vida religiosa hoy es vulnerable y que se atraviesa un momento de crisis. Por eso, según ella, se vive un proceso de transformación y es necesario “reinterpretar el ejercicio del liderazgo, la misión de la autoridad como servicio en el espíritu del Evangelio y del Sínodo”.

Para Kafka es común a toda familia religiosa la necesidad de “responder al grito de Dios en los necesitados y en los frágiles”, pero reconoce que “nos hemos puesto del lado de los necesitados en una posición de poder”. En esa perspectiva, la presidenta de la UISG asegura que ser vulnerable, en cambio, pone a las personas en una relación, ofrece la conciencia de no ser suficiente para sí mismo. Y es por eso que las superioras generales quieren aceptar la invitación a caminar juntos, al lado de los alejados y excluidos, en el discernimiento y el anuncio del Evangelio, poniendo en el centro a Cristo, camino, verdad y vida.

Reconocer la vulnerabilidad requiere coraje. De esto está convencida la hermana Mary Kudiyiruppil, secretaria ejecutiva adjunta de la UISG. En su experiencia, “la fe en Dios, la oración, la certeza de ser llamadas y enviadas por Dios” y los demás requisitos de la vida consagrada dificultan la posibilidad de “mostrarse vulnerables”. Y, sin embargo, la evidencia de los números reducidos de los miembros de sus comunidades hace que las congregaciones experimenten esa condición.

“Abrazar la vulnerabilidad no significa tolerarla, sino reconocerla y sentirse a gusto”, aseveró Kudiyiruppil, y añadió que es necesario comprender cómo, aun siendo vulnerables, las religiosas de hoy pueden con su presencia “mantener viva la llama de la esperanza”.

Así, para la UISG es necesario continuar el camino sinodal, un estilo arraigado en esta institución colegiada desde su creación en 1956, partiendo de la conciencia de ser frágiles para responder a los desafíos contemporáneos. Según la hermana Franca Zonta, superiora general de las Hermanas Marianistas, caminar juntos significa vivir “la comunión de los diferentes carismas, participar y compartir experiencias, poner en común los recursos para la misión que hoy requiere sinergia, inclusión e integración”.

La religiosa advirtió que no se debe concebir la “sinodalidad” solo como una palabra de moda, por el contrario, constituye un reto para provocar un “cambio de mentalidad”, una “nueva forma de concebir el liderazgo”. Zonta está segura de que la interculturalidad, rasgo propio de las congregaciones religiosas, es “una gran oportunidad para experimentar que es posible el sueño del papa Francisco expresado en Fratelli tutti".  

Ahora bien, este espíritu sinodal vivido y promovido por la UISG se plasma en iniciativas concretas, como las que detalló la secretaria ejecutiva, la hermana Pat Murray. En África y Asia funciona el Catholic Care for Children International (CCCI), cuyo objetivo es promover el cuidado de los niños basado en la familia en lugar de los orfanatos. También se ha implementado la Comisión para el Cuidado y la Salvaguarda de los Niños y los Adultos Vulnerables, y la Sister Advocating, una instancia para proteger a los más débiles.

Otros proyectos son la plataforma Laudato si’, para responder a la llamada del papa Francisco en la dirección de una conversión ecológica personal y comunitaria; y el compromiso a favor de las hermanas ancianas en todo el mundo, con especial atención a las formas de deterioro cognitivo como el Alzheimer.

De un total de 1.900 superioras generales, cerca de 700 participarán en la Asamblea Plenaria de la UISG de este año. 520 de ellas estarán presentes físicamente en el Hotel Ergife de Roma, donde se desarrollarán los trabajos, mientras que las demás se conectarán de manera virtual. En total habrá 71 nacionalidades representadas.+