Ordenación sacerdotal de un religioso de la Sociedad de San Pablo

  • 28 de abril, 2022
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El diácono José Miguel Villaverde Salazar, paulino, fue ordenado sacerdote el sábado 23 de abril por el obispo de San Isidro, Mons. Oscar Ojea, en la parroquia Virgen de las Gracias.

El diácono José Miguel Villaverde Salazar SSP fue ordenado sacerdote el pasado sábado 23 de abril, en la Octava de Pascua y víspera de la fiesta de la Divina Misericordia, por el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea.

Para la comunidad paulina fue una ceremonia “cargada de significado”, no sólo por el tiempo transcurrido desde la última ordenación en la Sociedad de San Pablo, sino también porque la celebración eucarística fue en la parroquia Virgen de las Gracias, de la localidad bonaerense de Villa Martelli, donde la congregación presta, desde hace meses, su servicio de animación pastoral.

La Eucaristía fue concelebrada por el obispo auxiliar de San Isidro, monseñor Guillermo Caride, y participaron distintas delegaciones de parroquias y capillas de la zona.

Asimismo, participaron en presencia directa y por medio de dispositivos electrónicos, los miembros de la Familia Paulina, familiares y amigos del ordenando, que agradecieron a Dios por este nuevo ministro.

El padre Villaverde Salazar eligió como lema de ordenación “Sus heridas nos han sanado”, lo cual sirvió de base para referirse en diferentes momentos a la frase del papa Francisco Miserando atque eligendo, poniendo en evidencia –destacaron los paulinos- “el don gratuito de la vocación y la triple responsabilidad del sacerdote: santificar, evangelizar y guiar al pueblo de Dios, no por mérito propio, sino por pura gracia”.

También –señalaron- en los distintos momentos que acompañaron la ordenación “se puso de manifiesto la misión del sacerdote editor, como lo quería don Alberione, con una mirada atenta a las necesidades del tiempo y plena adhesión al proyecto evangelizador que inició María al dar a la humanidad el Verbo encarnado”.

El domingo 24 de abril, en la capilla de las Hijas de San Pablo de Nazca, el padre Villaverde Salazar celebró su primera misa solemne.

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