El Papa destaca proyecto de reutilización social de bienes decomisados a mafias delictivas

  • 6 de abril, 2022
  • Buenos Aires (AICA)
Francisco envió una carta a una reunión donde se debatió la iniciativa, a la que consideró "un ejemplo virtuoso de sanación y de restablecimiento de la paz a través de la acción colectiva".

El papa Francisco envió una carta valorando una iniciativa legislativa que busca replicar en el país el modelo italiano de lucha contra el crimen organizado, conocido como “Bien restituido”, que da una reutilización social a los bienes decomisados.

El texto papal -fechado el 25 de marzo pasado- fue leído en la apertura de una actividad reciente en el Aula Magna de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires (UBA), donde se abrió el debate a esa iniciativa creada por Libera y financiada por la Unión Europea, en un concurso donde se presentaron más de 300 propuesta del mundo.

El Papa advirtió que “el crimen organizado produce un daño social a gran escala: deja víctimas visibles e invisibles, portadoras de un sufrimiento que debe ser escuchado y reparado e implica, como sociedad toda, asumir y revertir los mecanismos (tantas veces enraizados en el inconsciente colectivo) que propician su proliferación”.

“La reutilización social de los bienes recuperados de la mafia es un ejemplo virtuoso de sanación y de restablecimiento de la paz a través de la acción colectiva”, subrayó el pontífice. 

“Para el Estado es una oportunidad de volver a mirar a la gente creando oportunidades allí donde no existían - porque el crimen organizado suele ocupar los espacios donde las instituciones están ausentes o funcionan mal -. También es una oportunidad para el Estado de asumir su responsabilidad y omisiones; porque un Estado que se mira a sí mismo, se marea y se pierde”, advirtió.

El Papa reconoció la importancia de este encuentro y expresó su alegría por esta reunión de expertos que buscan soluciones prácticas que ayuden a “reparar el daño que el crimen organizado produce en la sociedad”.

“Tengo la esperanza de que de este modo la justicia gane espacio y, como dije aquella vez en un encuentro con Libera, se amplíe, se arraigue y ocupe el sitio de la iniquidad”, concluyó.

Texto de la carta
Me alegró saber del trabajo conjunto que realiza la Argentina con la Unión Europea, particularmente Italia, en la lucha contra el crimen organizado. La ayuda mutua es imprescindible para ganarle a este tipo de asociación ilícita, que no reconoce fronteras y se aprovecha de las divisiones entre los pueblos y del funcionamiento deficitario de las instituciones. El trabajo por el bien común exige prácticas comunes de coordinación y colaboración capaces de afrontar la realidad en su complejidad.

La persecución y juzgamiento de este tipo de criminalidad suele concentrar la mirada en el castigo; pero ésta es una visión limitada y que queda siempre a mitad de camino. Es difícil pensar la solución de un conflicto penal sin que haya reparación; y, porque no, una reparación también en las causas.

El crimen organizado produce un daño social a gran escala: deja víctimas visibles e invisibles, portadoras de un sufrimiento que debe ser escuchado y reparado e implica, corno sociedad toda, asumir y revertir los mecanismos -tantas veces enraizados en el inconsciente colectivo- que propician su proliferación. Italia tiene mucho para aportar a partir de su experiencia, una experiencia de dolor, pero también de resistencia y renacimiento.

La reutilización social de los bienes recuperados de la mafia es un ejemplo virtuoso de sanación y de restablecimiento de la paz a través de la acción colectiva. Para el Estado es una oportunidad de volver a mirar a la gente creando oportunidades allí donde no existían -porque el crimen organizado suele ocupar los espacios donde las instituciones están ausentes o funcionan mal-. También es una oportunidad para el Estado de asumir su responsabilidad y omisiones; porque un Estado que se mira a sí mismo, se marea y se pierde.

Reconozco la importancia de este encuentro y me alegra verlos reunidos para buscar soluciones prácticas que ayuden a reparar el daño que el crimen organizado produce en la sociedad. Tengo la esperanza de que de este modo la justicia gane especio y, corno dije aquella vez en un encuentro con Libera, se amplíe, se arraigue y ocupe el sitio de la iniquidad.+