Crisis en Perú: La Iglesia reconoce el derecho a la protesta, pero condena la violencia

  • 5 de abril, 2022
  • Lima (Perú) (AICA)
Condenamos la violencia expresada en el bloqueo de rutas porque impide el libre tránsito de personas y el transporte de alimentos, afirmó el presidente del episcopado peruano en un comunicado.

El gobierno peruano decretó un toque de queda este martes 5 de abril en la provincia de Lima y su vecina Callao en respuesta al paro de transportistas que cumple una semana y en el que cuatro personas murieron y otras 20 fueron detenidas producto del recrudecimiento de las protestas. 

Las protestas y bloqueos se originaron el pasado 28 de marzo en respuesta al alza de los precios del combustible. Iniciaron protagonizadas por los transportistas, pero luego se sumaron otros gremios de trabajadores.

“La Iglesia reconoce el legítimo derecho a la protesta, amparado en nuestra Constitución (artículo 2), y condenamos la violencia expresada en el bloqueo de carreteras porque impide el libre tránsito de personas y el transporte de alimentos”, afirmó monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM, arzobispo de Trujillo y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), en un mensaje titulado “El diálogo y la prevención de conflictos son el camino hacia el bien común”, emitido recientemente tras los incidentes ocurridos en Huancayo.

En el marco del paro nacional indefinido de transportistas de carga pesada y agricultores, en su quinto día, el viernes 1 de abril, se desató el caos en Huancayo, departamento de Junín, en la región central del país. Cientos de personas provocaron violencia, saqueos y agresiones en varios puntos de la ciudad. Los negocios se vieron obligados a cerrar, así como los principales mercados, tras recibir ataques con piedras. El edificio del gobierno provincial también fue atacado, y hubo enfrentamientos con la policía. El balance es de cuatro muertos, entre ellos un menor, y 22 detenidos. El motivo de la protesta, que bloqueó varias rutas nacionales, es el aumento del precio del combustible y de los productos agrícolas.

El sábado 2 de abril por la tarde, representantes de los sindicatos y del gobierno, que viajaron a Huancayo, acordaron la suspensión de las protestas. La mayoría de los trabajadores del transporte firmaron el acuerdo, otros sectores se opusieron, como el sindicato de agricultores, que dio al gobierno cinco días para responder a sus demandas. El domingo 3 de abril, el gobierno de Perú emitió una norma que exime temporalmente del impuesto a los combustibles y hoy el gobierno peruano decretó un toque de queda por el recrudecimiento de las protestas. 

En su mensaje del 2 de abril, el arzobispo Cabrejos Vidarte lanzó un llamamiento a “rechazar el uso de la violencia, venga de donde venga, y a promover el diálogo”. Y subrayó: “compartimos las preocupaciones de la población por el incremento desmedido de los precios de los alimentos de primera necesidad, causado por el alza internacional del precio del petróleo (Guerra en Ucrania), pero también por factores nacionales como la inestabilidad política”. 

Por último, recordando que los conflictos sociales y los consiguientes brotes de violencia son una constante en el país, pide que se actúe de forma preventiva y no como reacción. “Esperamos la identificación oportuna de controversias que permita evitar hechos de violencia como los que hemos visto durante esta semana en diversas partes del país” concluye Monseñor Cabrejos Vidarte, que pide la ayuda de Jesucristo, “Dios de la vida y la paz”, en la búsqueda de caminos de entendimiento y respeto.+