Schevchuk: Los crímenes contra el pueblo ucraniano merecen un tribunal internacional

  • 5 de abril, 2022
  • Kiev (Ucrania) (AICA)
Esta guerra tiene una clara base ideológica. Una ideología, que probablemente sea peor que el nazismo. Una ideología que esperará su "juicio de Nüremberg", denunció hoy el arzobispo mayor.

“Fueron torturados y asesinados sólo por ser ucranianos. Por hablar ucraniano”, denunció este martes 5 de abril, día 41 de la guerra, el arzobispo mayor ucraniano, Sviatoslav Schevchuk, en referencia a los cientos de cuerpos asesinados de un tiro en la nuca, encontrados a pocos kilómetros del centro de Kiev tras el repliegue de las tropas rusas.

“Las horribles imágenes de los crímenes de guerra en las ciudades y pueblos de Ucrania están ante los ojos del mundo. Los testigos de estos horrores nos dicen hoy: “Fueron torturados y asesinados sólo por ser ucranianos. Por hablar ucraniano”, indicó Schevchuk.

“A todos, dijo el arzobispo, se les preguntó por su profesión. Si era profesor, lo mataron porque enseñaba en ucraniano, educaba a los ucranianos. Si era un atleta, lo mataron porque desarrolló el deporte ucraniano. Si era un artista o un director de cine o de teatro, lo mataron porque estaba desarrollando y fomentaban la cultura ucraniana”.

Y denunció: “Podemos ver que esta guerra de Rusia contra Ucrania tiene una clara base ideológica. Es una negación de la existencia del pueblo ucraniano, un pueblo de millones. Esta guerra se libra hoy para resolver finalmente la cuestión ucraniana”.

Schevchuk alertó además que “este tipo de acciones se están llevando a cabo hoy en toda Ucrania: en Rubizhne y Popasna, en Donbás; en Mariúpol, en el sur de Ucrania”, de ahí su pedido al mundo entero para que “preste atención a los crímenes contra el pueblo ucraniano que merecen un tribunal internacional”. 

“Hagamos todo lo posible -exhortó el líder de los católicos ucranianos-para detener la nueva ideología asesina que está dando frutos ahora en las tierras de Ucrania. Una ideología, que probablemente sea peor que el nazismo. Una ideología que esperará su “juicio de Núremberg”.

Texto del mensaje diario
¡Gloria a Jesucristo! Queridos hermanos y hermanas en Cristo, hoy es martes, 5 de abril de 2022 y Ucrania, nuestra nación está viviendo 41 días de una guerra terrible y mortal. Una guerra que cada día se cobra la vida de decenas, cientos de civiles en nuestra tierra.

Estamos viviendo el tiempo de la Cuaresma. Nos dirigimos hacia la Fiesta de luz de la Resurrección de Cristo. Justamente en este momento, los cristianos de diferentes denominaciones adoran al Salvador crucificado. La fe cristiana nos enseña a no apartar la mirada del Dios que se hizo hombre, del Dios que el mismo hombre despreció, del Dios asesinado por la muerte más vergonzosa. La fe cristiana nos enseña a honrar las heridas de Cristo, a besarlas. Porque sabemos que es “por sus heridas hemos sido curados”, como escribe el profeta Isaías .

En estos días, Ucrania está viviendo su propio Gólgota, su propia crucifixión. Pido a todos nosotros, a todos los cristianos del mundo y a todas las personas de buena voluntad: ¡No aparten la mirada del sufrimiento, de la humillación, de la muerte y las heridas de Ucrania! Estos días, las horribles imágenes de los crímenes de guerra en las ciudades y pueblos de Ucrania están ante los ojos del mundo. Literalmente, a unas decenas de kilómetros del centro de Kyiv, vemos hoy cientos de cuerpos asesinados de un tiro en la nuca. Vemos las heridas del pueblo ucraniano.

Cuando nos preguntamos, ¿por qué?! ¿Por qué ha ocurrido esto?! ¿Para qué?! ¿Por qué fueron torturados y luego ejecutados?

Los testigos de estos horrores nos dicen hoy: “Fueron torturados y asesinados sólo por ser ucranianos. Por hablar ucraniano”. A todos se les preguntó por su profesión. Si era profesor, lo mataron porque enseñaba en ucraniano, educaba a los ucranianos. Si era un atleta, lo mataron porque desarrolló el deporte ucraniano. Si era un artista o un director de cine o de teatro, lo mataron porque estaba desarrollando y fomentaban la cultura ucraniana.

Podemos ver que esta guerra de Rusia contra Ucrania tiene una clara base ideológica. Esto se ha dicho en particular durante estos últimos días en los niveles más altos de las autoridades rusas. Esta guerra es una negación de la existencia del pueblo ucraniano, un pueblo de millones. Esta guerra se libra hoy para resolver finalmente la cuestión ucraniana.

Hago un llamamiento al mundo para que no aparten la mirada de las heridas de Ucrania. Porque las heridas de Ucrania hoy pueden curarlos a ustedes. Sanarlos de las ilusiones de su zona de confort, de su indiferencia, de la falta de ideales de vida en sus países y sociedades.

Hoy pedimos al mundo entero que preste atención a los crímenes contra el pueblo ucraniano que merecen un tribunal internacional. Porque este tipo de acciones se están llevando a cabo hoy en toda Ucrania: en Rubizhne y Popasna, en Donbás; en Mariúpol, en el sur de Ucrania.

Hoy decimos a la conciencia del hombre moderno: Hagamos todo lo posible para detener la nueva ideología asesina que está dando frutos ahora en las tierras de Ucrania. Una ideología, que probablemente sea peor que el nazismo. Una ideología que esperará su “juicio de Núremberg”.

Hoy quiero dar las gracias especialmente a nuestros voluntarios, que son los primeros en tocar las heridas del pueblo de Ucrania. Hoy en día hay voluntarios en Ucrania de todo el mundo. De diferentes nacionalidades y religiones. Se los agradezco.

Hoy es peligroso ser voluntario. Porque hoy mueren más personas cuando se abren los que deberían ser corredores humanitarios para evacuar a los refugiados, pero en donde luego se les dispara sin piedad. ¡Cuántos voluntarios que llevaban comida a los que morían de hambre fueron muertos por las balas rusas!

Hoy a Ti, Salvador nuestro crucificado te pedimos, salva a Ucrania. Oh Dios, bendice a nuestro ejército que salva la vida de su pueblo. Oh Dios, bendice a nuestro pueblo que busca sólo en Ti, en tus heridas, la única salvación y protección.

La bendición del Señor y su misericordia descienda sobre ustedes por su divina gracia y amor y permanezcan ahora y siempre y por los siglos de los siglos, amén. 

¡Alabado sea Jesucristo!+