Los obispos presentan al presidente electo los desafíos que debe enfrentar la sociedad

  • 5 de abril, 2022
  • San José (Costa Rica) (AICA)
En un comunicado los prelados expresan sus felicitaciones y mejores deseos a Rodrigo Chaves Robles y aseguran sus oraciones por su alto cargo y ofreciendo su disposición a colaborar.

Los obispos de Costa Rica enviaron una carta al presidente electo de la República, Rodrigo Chaves Robles, quien ganó la votación del domingo 3 de abril con el 52,89% de los votos. 

En el escrito los prelados costarricenses expresan sus felicitaciones y mejores deseos, asegurando sus oraciones por su alto cargo y ofreciendo su disposición a colaborar. 

“Con el fin de mostrar las principales preocupaciones de la Iglesia Católica -escriben los obispos-, hemos elaborado este documento, que refleja lo que, a la luz del Magisterio de la Iglesia y desde nuestro punto de vista y discernimiento pastoral, considerar los principales desafíos que debe enfrentar la sociedad costarricense”.

El documento de reflexión, nacido de la experiencia pastoral concreta de la Iglesia en el país, presenta siete temas, el primero de los cuales es el político. 

La Iglesia valora la política y el sistema democrático que ha caracterizado a la Nación: “después de 200 años de vida independiente, debemos avanzar hacia una política sana, en la que los ciudadanos se sientan integrados, que no sea una 'conexión' puramente electoral. Por el contrario, durante el ejercicio del poder, los ciudadanos sienten que pueden acudir a sus autoridades para velar por sus intereses. Es fundamental implementar una democracia verdaderamente participativa”.

En cuanto a la economía, los obispos señalan que más de un millón de costarricenses en la pobreza y más de 400.000 desempleados es una vergüenza. 

“Necesitamos finanzas sanas; se logrará mucho combatiendo la corrupción que erosiona el conjunto de la sociedad para evitar que los recursos de todos se queden en el bolsillo de unos pocos”. Hay una necesidad de crecimiento económico, que se traduce en vivienda, infraestructura vial, empleo digno para todos, salud y educación de calidad. “Si la economía no se pone al servicio de la persona humana, quedará vacía”, subrayan.

En el tercer punto señalan que desde hace varios años las agresiones políticas amenazan la vida y la familia. Por ello, instan a “regresar a la cultura de la vida que siempre caracterizó a nuestra nación desde que se abolió la pena de muerte en el siglo XIX. Al mismo tiempo, es hora de promover políticas que ayuden a las familias, que permitan a las personas formar una familia. Un futuro sostenible solo es posible con familias fuertes, creando un futuro seguro para los niños; ellos son la sociedad del mañana”.

La opción por la salud debe ser la base de cualquier gobierno: “creemos en un estado que proteja a sus habitantes, que apueste a las inversiones por un sistema de salud que llegue a todos, que sea solidario, avanzado”. Algunas decisiones tomadas en el pasado reciente, como considerar la vejez como una enfermedad, deben ser revisadas de inmediato, piden los obispos. 

“Costa Rica siempre estuvo a la vanguardia para proteger a su población, por eso creemos que el nuevo gobierno debe fortalecer nuestro sistema de salud, la institución que lo sustenta y así garantizar el mejor futuro para todos a través de una gestión más eficiente y una atención de salud rápida para todos”.

Preocupados por el deterioro del sistema educativo, la desigualdad de conocimientos de los alumnos, el elevado número de alumnos sin conexión (425.000) y el creciente deterioro de la calidad de la educación, los obispos piden una fuerte inversión en este sector. 

“Queremos asegurar -dice la misiva- una educación en el respeto a la persona humana, sin ideologías que afecten a la propia sociedad. Soñamos con una educación integral de calidad que brinde las mejores herramientas a nuestras nuevas generaciones”.

Costa Rica siempre se caracterizó por ser un Estado Social de Derecho y por su sólida paz social, sin embargo, esta realidad fue puesta a prueba en las últimas décadas por desigualdades que se encuentran entre las más altas del continente. Tras las elecciones de 2018, el país entró en un proceso de mayor tensión. 

Los obispos subrayan que “la única manera de unir a Costa Rica es buscar el bien común y su búsqueda es, en primer lugar, responsabilidad de las autoridades estatales. La búsqueda del bien común debe ser una aspiración para nuestros futuros gobernantes. Fomentar la solidaridad y la fraternidad contribuirá a fortalecer el clima de paz social tan necesario para el buen progreso de nuestra patria”.

El último punto tocado por los obispos es el del medio ambiente: “Cuidar nuestra 'Casa Común' es una obligación de todos, pero especialmente de quienes guían los destinos de la nación. Si no cuidamos y protegemos el lugar donde vivimos, no tendremos un espacio adecuado para vivir y desarrollarnos; y el futuro de las nuevas generaciones será grave y preocupante”.+