Cifras 2020 de mortalidad materno-infantil: ¿Qué se hace para evitar muertes maternas?

  • 4 de abril, 2022
  • Buenos Aires (AICA)
Según el informe del Ministerio de Salud de la Nación, en 2020 la mortalidad materna se mantuvo estable, pero hubo un abrupto descenso de la natalidad. El rector de la UCA se pronunció al respecto.

Según lo consigna el boletín Notivida (www.notivida.org ), cuya editora es la Lic. Mónica del Río, se conocieron las cifras del año 2020 que publicó el Ministerio de Salud de la Nación, respecto de la mortalidad materna y nacimientos.

En ese año, las muertes que podrían estar vinculadas a un aborto provocado representan el 0,13% de las muertes de mujeres en edad fértil, lo que evidencia que la mortalidad materna se mantuvo estable pero hubo un fuerte descenso de la natalidad.

Durante 2020 se produjeron 177.656 defunciones femeninas. Las primeras causas de muerte en la mujer fueron: Enfermedades del corazón (35.595), Tumores malignos (28.886), Enfermedad por Covid-19 (22.713), Neumonía e influenza (13.516) y Enfermedades cerebrovasculares (8.620).

Por deficiencias nutricionales fallecieron 410 mujeres. Se suicidaron 506 y más de la mitad (267) tenían menos de 35 años. Murieron 11.527 mujeres en edad fértil, de esas muertes sólo 15 podrían estar vinculadas a un aborto provocado (0,13 %).

Se acentúa el declive de los nacimientos que comenzó en 2014. En 2020 los nacidos vivos (533.299) bajaron un 14,7% respecto al año anterior (625.441) y un 31,4% en relación al 2014 (777.012). Es la menor cifra de nacidos vivos de las últimas décadas. Lo mismo ocurrió con la tasa de natalidad (11,8) que grafica el número de nacimientos cada 1.000 habitantes.

La caída de estas cifras no tiene ningún vínculo con la pandemia ya que la inmensa mayoría de los nacidos en 2020 fueron concebidos antes de la cuarentena.

De un total de 221 muertes maternas, 23 se produjeron por “embarazo terminado en aborto”, de las cuales, al menos 8 no tienen ningún vínculo con el aborto procurado (porque refieren a ectópicos, espontáneos…) por lo que el tope de muertes a causa de un aborto inducido en el 2020, el año previo a su legalización, fue de 15. Tratando de evitar esas 15 muertes, el Estado promovió la eliminación de decenas de miles de personas inocentes.

Téngase en cuenta que a nivel provincial las muertes por “embarazo terminado en aborto” no están desagregadas (incluyen ectópicos, molas, retención de fetos muertos y abortos espontáneos). Aun así, en la tabla se observa que muchos distritos no registraron muertes maternas vinculadas a un aborto inducido durante 2020.

Al respecto, el rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina, Miguel Schiavone, compartió en el Diario La Nación un artículo titulado “La mortalidad materno-infantil evitable”. Allí, reflexiona sobre el recorrido de la Argentina en los últimos dos años, y a partir del informe del Ministerio de Salud, planteó: “¿Qué se está haciendo para evitar muertes maternas prevenibles utilizando información oficial?”.

El doctor Schiavone alertó que “los que estábamos preocupados por la salud de las dos vidas seguimos viendo cómo, luego de promulgada la legalización del aborto, se han invisibilizado las muertes maternas evitables por hipertensión, hemorragias, placenta previa y otras”.

A dos años del debate sobre la Ley de Aborto, el rector de la UCA consideró que “verdes y celestes deberían estar manifestándose, exigiendo maternidades seguras, intensificación de los programas preventivos, adecuado control del embarazo, cumplimiento del plan de los 1000 días, así como también mejor control del recién nacido sano, ese otro sujeto del binomio madre-hijo que también ha sido olvidado”.

Texto completo del artículo
Hace dos años la sociedad argentina se dividía entre los que impulsaban la legalización del aborto y aquellos que proponíamos el cuidado de las dos vidas. En ese momento se presentaron todo tipo de argumentos, en general cargados de ideología, retórica dialéctica y en algunos casos de estadísticas incomprobables.

En la Argentina, las estadísticas de salud se publican con uno o dos años de retraso y la planificación se hace siempre con estadísticas del pasado o simplemente no se considera esta información para tomar decisiones. Luego de ese debate, ¿qué se está haciendo para evitar muertes maternas prevenibles utilizando información oficial?

En 2019 hubo 188 muertes maternas, gran parte de ellas por causas prevenibles. A modo de ejemplo, consideremos la mortalidad por trastornos hipertensivos durante el embarazo, que presenta un constante aumento, con 33 defunciones de mujeres en el año 2000, pasamos a 37 en el 2010, para llegar a 45 muertes en el 2019. Estas cifras son preocupantes porque están directamente vinculadas a la debilidad o carencia de programas preventivos.

El diagnóstico precoz con un apropiado control del embarazo y simple toma de tensión arterial, así como el tratamiento oportuno por un profesional competente, reducirían estas muertes evitables. Evidentemente, los programas para el control del embarazo no están mostrando los resultados esperados. Los que estábamos preocupados por la salud de las dos vidas seguimos viendo cómo, luego de promulgada la legalización del aborto, se han invisibilizado las muertes maternas evitables por hipertensión, hemorragias, placenta previa y otras.

Transcurridos dos años desde aquel debate en el Congreso, verdes y celestes deberían estar manifestándose, exigiendo maternidades seguras, intensificación de los programas preventivos, adecuado control del embarazo, cumplimiento del plan de los 1000 días, así como también mejor control del recién nacido sano, ese otro sujeto del binomio madre-hijo que también ha sido olvidado.+