Card. Poli: "El domingo de la alegría es la del padre misericordioso que se enternece por su hijo"

  • 28 de marzo, 2022
  • Buenos Aires (AICA)
El arzobispo de Buenos Aires reflexionó en torno a la parábola del Hijo Pródigo y exhortó a este llamado que hace la Iglesia para la Cuaresma: "Es la alegría de la conversión".

El cardenal Mario Aurelio Poli, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, presidió la misa del cuarto domingo de Cuaresma, en la catedral de Buenos Aires, con la presencia de veteranos de Malvinas. 

En su homilía, explicó que la liturgia convoca al “domingo de la alegría”, y propone la parábola del Padre Misericordioso. 

“Esta parábola, Jesús la dice en ocasión de los fariseos, que veían que Él se juntaba con pecadores y publicanos”. 

Luego, se refirió el contenido de la parábola, que narra la vida del hermano menor que reclama la herencia a su padre y malgasta sus bienes. El cardenal mencionó la humillación de este hombre que lo mandan a cuidar chanchos.

Después, comentó que aún ansiando las bellotas de los cerdos, “más humillado todavía, empieza un proceso interior de conversión; eso que la Iglesia nos pide a cada uno de los cristianos durante la Cuaresma”, recordó el primado. 

A continuación, resaltó que el padre lo estaba esperando, y esto representa la espera de Dios al pecador: “Dios, representado en este padre de la parábola, siempre está esperando la vuelta del pecador, de aquel que le dio la espalda, y siempre está oteando el horizonte como este buen hombre, que lo que más sentía era haber perdido a su hijo y no saber nada de él, por eso se deshace de ternura, el padre lo abraza, interrumpe lo que estaba diciendo, no lo deja terminar, lo llena de besos. Eso ocurre con nuestro padre misericordioso en cada encuentro que tiene con sus hijos y sus hijas, eso es lo que hay que entender de esta parábola. Este hijo pródigo somos cada uno de nosotros cuando vuelve a Él”

“En  cada encuentro con cada uno de nosotros, Dios hace una fiesta en el cielo, por eso Jesús también dice: ‘hay más alegría en el Cielo por un pecador que se convierte que por 99 justos que no necesitan de la misericordia de Dios”, señaló. “Lo que más quiere es la vida de nosotros y el pecado es la muerte”, afirmó.

“El Señor nos conceda escuchando esta palabra y esta parábola tan linda, vivir intensamente esta Cuaresma. Este domingo es domingo de alegría, pero es la alegría del Padre misericordioso, la del padre que se enternece con su hijo que vuelve, este padre que hace fiesta. Esta es la alegría de la conversión”, concluyó.+