El colegio Sagrada Familia en Real del Padre cumplió diez años

  • 10 de marzo, 2022
  • San Rafael (Mendoza) (AICA)
Monseñor Domínguez se hizo presente en el acto central: "Educar a veces se considera al alumno como una botella vacía donde tienen que meterle contenidos, cuando educar es lo contrario".

El instituto Sagrada Familia de Nazaret, ubicado en Real del Padre, localidad del departamento mendocina San Rafael,  cumplió sus primeros diez años. Las autoridades, docentes, alumnos y padres participaron  de un  acto celebratorio que comenzó a las 9.30 con la presencia del obispo auxiliar de San Juan de Cuyo y administrador apostólico de San Rafael, monseñor Carlos María Domínguez OAR; el rector del colegio, presbítero Nicolás Ortíz; el rector del Instituto San Antonio de General Alvear, Horacio Valdivia; y otras autoridades.

“Hoy nos alegramos por estos 10 años ‘entre espinas y rosas’ como decía San Juan Bosco, pero hoy queremos hablar de las rosas. ¡Cuántas gracias que uno vio realmente de la providencia de Dios! Gracias materiales y espirituales: bautismos, comuniones, confirmaciones y casamientos”, expresó el presbítero Nicolás Ortíz.

"Toda la construcción -informó el padre Ortíz- se debe a la colaboración de la Fundación Populorum Progressio. “En su tiempo también al papa Benedicto XVI y hoy al papa Francisco, que aprobaron el proyecto de donación de casi 70 mil dólares que el colegio recibió. Cuántas veces se habla mal y se critica al Papa sobre qué hace con la plata y aquí vemos el dinero en obras”, manifestó.

“Gracias a tantos docentes, supervisores, profesores y celadores. Que esta pequeña obra que es el colegio, pero grande para Dios, siga dando sus frutos espirituales, sus frutos en cultura, valores y virtudes cristianas”, concluyó el rector de la institución.

Por su parte, monseñor Domínguez agradeció a todas las personas “que durante diez años tuvieron que ver con la construcción y el llevar adelante esta institución educativa”.

Con relación a esto, agregó: “Cuando se escriba la historia serán solamente nombres, pero todos sabemos que son vidas entregadas, momentos compartidos, preocupaciones resueltas, obstáculos superados, un montón de situaciones que en el corazón de Dios estarán siempre presentes, aunque no los describa la historia”.

En esta línea, reconoció: “Quiero agradecer a todos los que forman parte de esta institución educativa que tiene como particularidad ser una plataforma de evangelización. A los docentes especialmente, en esta tarea maravillosa de educar a los niños”. 

Para terminar, reflexionó: “Uno piensa que educar a veces se considera al alumno como una botella vacía donde tienen que meterle contenidos, cuando educar es lo contrario. Cada alumno es una botella que tiene un genio adentro. Lo que tiene que hacer el docente es destapar la botella para que ese genio salga y pueda desplegarse en toda su potencialidad”, concluyó monseñor Domínguez. 

El acto finalizó con una parte artística a cargo de alumnos, padres y la banda municipal de música.+