El seminario de Buenos Aires peregrinó a Luján desde El Cenáculo- La Montonera

  • 25 de febrero, 2022
  • Luján (Buenos Aires) (AICA)
En el marco de su convivencia anual, los seminaristas provenientes de Buenos Aires, Laferrere, San Martín y San Rafael, compartieron la caminata a Luján junto con sus formadores y directores.

La comunidad del Seminario Arquidiocesano de Buenos Aires peregrinó a Luján desde El Cenáculo-La Montonera, casa de retiros ubicada en la localidad bonaerense de Pilar, en la tarde y noche del martes 22 de febrero.

Luego de unos días de convivencia, los seminaristas, en sus distintas etapas, pertenecientes a la arquidiócesis de Buenos Aires y diócesis de Laferrere, San Martín y San Rafael, junto con los formadores y directores espirituales, se dirigieron a visitar a la Virgen de Luján. 

Como durante la peregrinación juvenil anual a Luján, que se realiza en octubre, los seminaristas están sirviendo en un puesto de apoyo, la caminata a la Basílica que hacen a fines de las vacaciones de verano  es muy especial para ellos. 

“Es poner el comienzo del año y todo lo que vivimos en el año anterior y en las actividades de verano a los pies de nuestra Madre”, comentó Juan Pablo Rino, seminarista de Laferrere.

Además, afirmó: “Nos preparamos durante la convivencia con momentos de oración, dividiéndonos según cada etapa del seminario para que cada grupo prepare la animación de un tramo de la peregrinación”.

Algo que Juan Pablo quiso recalcar de la peregrinación es que los une mucho como hermanos “de una manera muy fraterna”. Como es un momento en conjunto con todos los seminaristas, aprovechan no solo los momentos de oración, sino la compartida de la vida en las conversaciones a lo largo de la caminata para recalcar que los une mucho como hermanos.

En la peregrinación se da no solo la oración sino la compartida de la vida.

Además, explicó que los seminaristas que por algún motivo no pueden caminar, son servidores en el grupo de apoyo.

“A mí me impacta mucho entrar todos juntos a la Basílica a la noche. Ahí, nuestro centro es la misa en la que llevamos todas las intenciones de las personas que nos piden oración”.+