El Papa reza por víctimas de fuertes lluvias en Petrópolis

  • 18 de febrero, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
"Enterado con profundo dolor de las trágicas consecuencias del derrumbe en esta ciudad, participa en el dolor de todos los afligidos o privados de sus bienes", se lee en el telegrama.

El cardenal Pietro Parolin, en nombre del Santo Padre, envió un telegrama de pésame a monseñor Gregório Paixão Neto, obispo de Petrópolis, por todos los afectados de los desprendimientos e inundaciones causados por las lluvias que han azotado la región montañosa de Río de Janeiro, en Brasil.

“El Santo Padre, enterado con profundo dolor de las trágicas consecuencias del derrumbe en esta ciudad, encomienda al obispo que transmita a las familias de las víctimas su pésame y su participación en el dolor de todos los afligidos o privados de sus bienes”, se lee en la misiva.

“Pidiendo a Dios, Padre de la Misericordia, el descanso eterno para los fallecidos, el alivio para los siniestrados, a los que desea una pronta recuperación, y la serenidad y el consuelo de la esperanza cristiana para todos los afligidos por esta dolorosa prueba”, Francisco “envía a cuantos están sufriendo y a los que tratan de aliviar sus sufrimientos una bendición apostólica”.

En declaraciones a la Agencia SIR de la Conferencia Episcopal Italiana, monseñor Gregorio Paixão, obispo de Petrópolis, habló de 104 muertos como cifra oficial, “pero en realidad son muchos más, y muchas personas se han quedado sin hogar”.

El prelado relata que la situación es dramática y la Iglesia se ha movilizado. Asimismo, reclama intervenciones estructurales para evitar que situaciones de este tipo se produzcan en el futuro, pues esta no es la primera ocasión, “ya he sido testigo de tres situaciones de inundación”.

En esta ciudad, la mayor parte de la población tiene sus casas en las laderas de las montañas, construidas de forma frágil. Aunque todos los años llueve mucho, esta vez ha sido más fuerte de lo habitual. En tres horas llovió tanto como en un mes, lo que provocó desprendimientos y corrimientos de tierra, el agua se mezcló con el barro y las piedras y arrasó con todo.

Monseñor Paixão explicó que “las familias sin techo están siendo acogidas en escuelas y parroquias. Nuestra diócesis está hospedando a un gran número de personas sin hogar, en los salones parroquiales, en las salas de catequesis e incluso en las propias iglesias. El número de personas sin hogar podría aumentar, ya que muchas viviendas se encuentran cerca de las que se han derrumbado y actualmente están declaradas inseguras. También intentamos garantizar el apoyo religioso y psicológico”.

“En este momento también hay mucha gente que está trabajando duro, tratando de desenterrar y recuperar a las víctimas y dar ayuda a los necesitados. En primera línea están los numerosos sacerdotes de nuestra diócesis, muchos agentes de pastoral, personas que pertenecen a asociaciones y movimientos. Estamos distribuyendo alimentos a la población y esperamos poder crear centros de acogida más cómodos que una escuela o un salón parroquial”.+