Recuerdan a los mártires coptos de Libia a siete años de su masacre

  • 17 de febrero, 2022
  • Samalut (Egipto) (AICA)
La Iglesia copta recordó a los trabajadores que hace siete años fueron decapitados en una playa de Libia por terroristas yihadistas.

La diócesis copta ortodoxa de Samalut, en la provincia de Minya, propuso vivir este año como un tiempo de despertar espiritual las celebraciones y momentos conmemorativos previstos con motivo del 7° aniversario del martirio de los 20 cristianos coptos egipcios masacrados en una playa de Libia en febrero de 2015 por terroristas vinculados al Estado Islámico (Daesh).

Los actos litúrgicos y eclesiales celebrados en memoria de los mártires desde principios de mes, culminaron con las liturgias celebradas el 15 de febrero en el Santuario construido en su honor en tiempo récord en Awar, pueblo del que procedían la mayoría de ellos.

Anba Pavnotios, obispo copto ortodoxo de Samalut, en su anuncio de los actos conmemorativos -celebraciones litúrgicas, conferencias, visitas al santuario museo, encuentros de oración– invitó a atesorar los beneficios y las bendiciones espirituales que los mártires de Libia aportarán a quienes los conmemoren con emoción y gratitud.

Los 20 coptos egipcios fueron secuestrados en Libia a principios de enero de 2015. El video de su decapitación fue puesto en línea por sitios yihadistas el 15 de febrero siguiente.

Los restos mortales de los coptos asesinados en Libia fueron descubiertos a finales de septiembre de 2017 en una fosa común en la costa libia, cerca de la ciudad de Sirte. Tenían sus manos atadas a la espalda, vestidos con la misma ropa naranja que llevaban en el video filmado por sus verdugos en el momento de la decapitación.

En el video de su ejecución se veía claramente que muchos de los mártires susurraban las palabras "Señor Jesucristo" mientras eran bárbaramente masacrados.

El año pasado, en un videomensaje enviado a la Jornada de los Mártires Contemporáneos organizada por la diócesis copta ortodoxa con motivo del 6º aniversario de la masacre, el papa Francisco también recordó que los mártires coptos de Libia “murieron diciendo: '¡Señor Jesús!', confesando el nombre de Jesús” mientras eran degollados.

Así -añadió Francisco en aquella ocasión- recibieron el mayor regalo que un cristiano puede recibir: el testimonio de Jesucristo hasta dar la vida. Por eso, ahora “son nuestros santos, santos de todos los cristianos, santos de todas las confesiones y tradiciones cristianas. Son los que blanquearon sus vidas en la sangre del Cordero”, mientras formaban parte “del pueblo de Dios, el pueblo fiel de Dios”.+