El Papa: Jubileo 2025, signo de renacimiento tras la pandemia

  • 11 de febrero, 2022
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Carta de Francisco al presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización con motivo del Año Santo a quien le pidió velar por "la dimensión espiritual del Jubileo"

Tras la pandemia, el papa Francisco considera que el próximo Jubileo 2025 “puede ayudar mucho a restablecer un clima de esperanza y confianza, como signo de un nuevo renacimiento que todos percibimos como urgente. Por esa razón elegí el lema ‘Peregrinos de la Esperanza’”.

El Santo Padre escribió una carta, -fechada y difundida hoy 11 de febrero de 2022 por la Oficina de Prensa de la Santa Sede- a monseñor Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, dicasterio encargado de la organización del Jubileo de 2025, y responsable de encontrar las maneras apropiadas para prepararlo.

Dimensión espiritual y social
Tras los dos años de pandemia del Covid-19 que el mundo ha experimentado, el Santo Padre considera que “debemos mantener encendida la llama de la esperanza que nos ha sido dada, y hacer todo lo posible para que cada uno recupere la fuerza y la certeza de mirar al futuro con mente abierta, corazón confiado y amplitud de miras”.

Todo esto, “será posible si somos capaces de recuperar el sentido de la fraternidad universal, si no cerramos los ojos ante la tragedia de la pobreza galopante que impide a millones de hombres, mujeres, jóvenes y niños vivir de manera humanamente digna”, expone pensando especialmente “en los numerosos refugiados que se ven obligados a abandonar sus tierras”. “Ojalá que las voces de los pobres sean escuchadas en este tiempo de preparación al Jubileo que, según el mandato bíblico, devuelve a cada uno el acceso a los frutos de la tierra”.

Para Francisco, “la dimensión espiritual del Jubileo, que nos invita a la conversión, debe unirse a estos aspectos fundamentales de la vida social, para formar un conjunto coherente.  Sintiéndonos todos peregrinos en la tierra en la que el Señor nos ha puesto para que la cultivemos y la cuidemos, no descuidemos, a lo largo del camino, la contemplación de la belleza de la creación y el cuidado de nuestra casa común”.

Momento de gracia y de redescubrimiento
El pontífice confía a monseñor Fisichella y al Dicasterio que preside “la responsabilidad de encontrar las maneras apropiadas para que el Año Santo se prepare y se celebre con fe intensa, esperanza viva y caridad operante” para “hacer de este momento de gracia una etapa significativa para la pastoral de las Iglesias particulares, tanto latinas como orientales, que en estos años están llamadas a intensificar su compromiso sinodal”.

En este sentido, considera que “será importante ayudar a redescubrir las exigencias de la llamada universal a la participación responsable, con la valorización de los carismas y ministerios que el Espíritu Santo no cesa de conceder para la edificación de la única Iglesia”. Y “las cuatro Constituciones del Concilio Ecuménico Vaticano II, junto con el Magisterio de estos decenios, seguirán orientando y guiando al santo pueblo de Dios, para que progrese en la misión de llevar el gozoso anuncio del Evangelio a todos”.

2024, año intenso de oración
El obispo de Roma indicó que la Bula de convocación será publicada en su momento y contendrá las indicaciones necesarias para la celebración del Jubileo de 2025. 

“En este tiempo de preparación -escribió Francisco, me alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del Jubileo, pueda dedicarse a una gran ‘sinfonía’ de oración; ante todo, para recuperar el deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo”. 

En definitiva, aclara, “un año intenso de oración, en el que los corazones se puedan abrir para recibir la abundancia de la gracia, haciendo del ‘Padrenuestro’, la oración que Jesús nos enseñó, el programa de vida de cada uno de sus discípulos”.

El texto completo de la carta puede leerse aquí.+