El arzobispo Gänswein confirmó el apoyo del papa Francisco a Benedicto XVI

  • 10 de febrero, 2022
  • Roma (Italia) (AICA)
El secretario del papa emérito dijo que Francisco envió palabras de apoyo a Benedicto XVI y atribuye el revuelo a "una ocasión ideal de saldar cuentas para quienes nunca lo han amado".

El papa Francisco envió palabras de apoyo al papa emérito Benedicto XVI después de que se publicara el informe de Münich sobre los abusos en la Iglesia, dijo el arzobispo Georg Gänswein, secretario personal del papa emérito en una entrevista con la televisión pública italiana RAI.

“Benedicto XVI recibió una hermosa carta del papa Francisco, en la que habla como pastor, como cohermano y como persona que una vez más expresa su plena confianza, todo su apoyo y su oración”, señaló.

En la entrevista, emitida ayer en el programa Tg1, monseñor Gänswein se refirió a las críticas a la carta de Benedicto XVI por parte de la prensa alemana. “Aquellos que leen la carta honestamente tal como fue escrita no pueden compartir estas críticas o acusaciones. Pide perdón a todas las víctimas de abuso”, enfatizó.

El arzobispo alemán recordó que “durante el viacrucis de 2005, el papa Juan Pablo II le pidió al cardenal Ratzinger que escribiera una meditación que incluyera esta famosa estación, en la que habla de la inmundicia en la Iglesia. Entonces hay acciones, hay documentos, hay pruebas de que el cardenal Ratzinger, el papa Benedicto, hizo mucho, mucho, mucho, en esta delicada área para llevar a cabo una limpieza interna, de la manera correcta”, aseguró el secretario del papa emérito.

Refiriéndose al informe de los abogados de Münich según el cual los sucesivos arzobispos "no podían no estar al tanto" de los abusos, monseñor Gänswein respondió: "Si tienen pruebas, deben decir 'esta es la prueba de que usted es realmente culpable', no el acusado probar su inocencia. Pero en este caso no hay pruebas”, subrayó el arzobispo.

“Una ocasión ideal para saldar cuentas”
Comentando los acontecimiento de estas últimas semanas y en otra entrevista, en esta ocasión con el Corriere della Sera del 9 de febrero, el secretario personal del papa emérito afirmó que Benedicto XVI “espera que se lea su carta con esa sinceridad de intelecto y de corazón con la que se escribió, con la mirada vuelta al Señor”. 

Monseñor Gänswein admite que la carta escrita por Benedicto XVI parece un testamento espiritual. “Es la imagen de sus sentimientos, de su sinceridad moral e intelectual. Mientras la escribía, pensaba en las víctimas de abusos. Y delante de sus ojos tenía a Dios mismo”. 

“Quien lo conoce sabe que la acusación de haber mentido es absurda”, afirma el prelado alemán, cuyo libro "Cómo la Iglesia católica puede restaurar nuestra cultura" acaba de presentarse en Italia. Pone como ejemplo un artículo del cardenal Fernando Filone, sustituto de la Secretaría de Estado para los Asuntos Generales entre 2007 y 2011, en L’Osservatore Romano. Su escrito subraya la “profunda y altísima honestidad moral e intelectual” de Benedicto y da fe de que “nunca encontró en él sombra alguna o intento de esconder o minimizar ninguna cosa”. 

“Fue el primero”
Gänswein apela además a todo lo que Ratzinger “ha dicho y hecho en relación con toda la cuestión de la pedofilia. Ha sido el primero en actuar como cardenal”, ya “durante el pontificado de Juan Pablo II”. Como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe entre 1981 y 2005, “cambió la mentalidad corriente y estableció la línea en la que el papa Francisco está prosiguiendo”. A partir de 2005, “como Papa continuó en la línea de la transparencia”. Una realidad “muy diferente a lo que circula en muchos medios”.

Su mano derecha resalta que el análisis de las acusaciones realizado por los colaboradores del pontífice emérito y hecho público junto con la carta “da una respuesta clarísima” a la afirmación de que durante una reunión el 15 de enero de 1980 dio una encomienda pastoral a un sacerdote implicado en un caso de abusos. “Sí, hubo ese error” de decir en un principio que el arzobispo Joseph Ratzinger no había estado en esa reunión. 

Luego se informó de que si bien asistió a la cita, en ella no se trató si el sacerdote en cuestión había cometido abuso sexual y tampoco se le encargó ninguna tarea pastoral. Fue un error “de redacción, no de intención”, del que “ninguno” de los miembros del equipo de colaboradores “se dio cuenta”. Al hacerlo, “Benedicto lo sintió mucho”. 

Con todo, “un error y una mentira son dos realidades distintas. Y la sustancia no cambia. Los mismos autores del informe respondieron que no hay “pruebas”. No puede haberlas”. De los otros tres casos, los colaboradores añaden: “En ninguno de ellos, Joseph Ratzinger tuvo el conocimiento o la sospecha de abusos sexuales. El informe no aporta ninguna prueba de lo contrario”, y de hecho solo habla de “probabilidad”.

“Quieren destruir su persona y su obra”
El secretario del papa emérito atribuye la repercusión mediática de lo ocurrido a “una corriente que quiere destruir a la persona y a su obra. Nunca han amado a su persona, su teología, su pontificado. Y ahora es una ocasión ideal de saldar cuentas; como la búsqueda de una ‘damnatio memoriae’ (condenación de la memoria)”. Otros muchos “se dejan engañar por este ataque vil; hay mucho barro. Es triste”. Admite que “hay algo profético en todo esto, aunque hubiera preferido ahorrármelo y que no fuera así”. 

No son los únicos sinsabores a los que se refiere Gänswein en la entrevista. Lamenta también cómo fueron recibidas en 2016 sus palabras sobre un “ministerio petrino ampliado”, del que tras su renuncia Benedicto sería la rama contemplativa. “Desgraciadamente existen personas que querían, y aún quieren, instrumentar mis palabras para sembrar cizaña entre el papa Francisco y su predecesor”. 

A la pregunta de cómo se encuentra Benedicto, responde que “físicamente es un hombre muy débil, como es natural a su edad”. Una debilidad que, sin embargo, “no quita nada a su presencia espiritual e intelectual”.+