En Navidad, Dios se pone en tus zapatos, recordó Mons. García Cuerva

  • 6 de enero, 2022
  • Río Gallegos (Santa Cruz) (AICA)
El obispo de Río Gallegos, presidió la misa del segundo domingo del tiempo de Navidad, en la capilla del obispado. En su homilía, recordó el valor de Dios hecho hombre, que se pone en nuestro lugar.

El obispo de Río Gallegos, monseñor Jorge García Cuerva, presidió la misa del segundo domingo del tiempo de Navidad, el 2 de enero en la capilla del obispado.

En su homilía, el prelado reflexionó sobre el prólogo de Juan, "quizá uno de los textos más complejos, con mayor densidad teológica, que muchas veces nos cuesta entender". Otros evangelistas, señaló, "comienzan el Evangelio hablando de la infancia de Jesús", pero "Juan va mucho más atrás, comienza su Evangelio hablando del origen divino de Jesús, por eso dice que Jesús es la Palabra de Dios personificada, es esa palabra de Dios que se hizo carne, esa palabra de Dios que tiene rostro humano: Jesucristo. Que habita entre nosotros, que plantó su carpa entre nosotros".

"El texto es muy denso teológicamente, muy complejo, pero al mismo tiempo es un texto que tiene mucho que ver con nosotros. Esa palabra de Dios, como toda palabra nos ilumina, y entonces nos dice Juan, de distintos modos, que hoy celebramos el misterio de la Encarnación. Eso es la Navidad: celebrar a esta Palabra de Dios, a esta Palabra personificada en Jesús, que se hizo carne, que habita entre nosotros, a este Dios enamorado de la humanidad que entonces, una vez más en esta Navidad, elige hacerse uno de nosotros, y compartir todo menos el pecado".

"Celebramos en la Navidad a un Dios que se mete en nuestra historia, que se compromete con ella. Desde Navidad no hay que ir a buscar a Dios a los Cielos, sino que hay que descubrirlo en lo cotidiano, porque es allí donde está Jesús, porque es ese Dios que se hizo carne".

"Mirando el pesebre tenemos que dejarnos maravillar y sorprender una y mil veces, tener esa capacidad de admiración que nos lleve a decir: 'Qué grande es nuestro Dios que se hace tan pequeño, qué omnipotente es nuestro Dios, que se hace tan débil y frágil como un bebé, qué enorme es el amor de Dios por nosotros, que se deja llevar en los brazos de una mujer, en un pesebre rodeado de animales".

"Dios se hizo humanidad concreta, es decir, tomó como propias la carne de un niño, la sangre; tomó como propias una raza, una psicología, un país, un tiempo histórico. Dios se metió de lleno, por eso hablamos del misterio de la encarnación, así es el amor de Dios, no es un amor del otro lado del escritorio, sino que es un amor en obras".

"Celebramos hoy, en esta Navidad también, que Dios entró en el mundo de los marginados, porque eligió nacer entre los más pobres, en el mundo de los que sufren. Y entonces también podemos decir hoy que Dios asumió tu pobreza y asumió la mía, que Dios asumió tu debilidad y asumió la mía, que Dios abraza toda tu vida y abraza también la mía y la de todos. Ese es el misterio de la encarnación del que hoy nos habla tan magistralmente el prólogo de Juan".

"Estamos empezando el año, y estaría bueno que cada uno de nosotros pudiera sentir y recordar que Dios está en lo cotidiano, que no hay que ir a buscarlo entre las nubes, sino que está en mi vida, que Dios está en mis zapatos. Cuántas veces le hemos señalado a alguien cuando estamos pasando por una situación difícil o un momento complicado: ‘Ponete en mi lugar’. Dios se puso en nuestro lugar, eso es la Navidad".

"Creo que lo más extraordinario, creo que lo que nos tiene que acompañar durante todo el año, es que a Dios le podemos hablar de lo que nos pasa, porque Él también lo vivió. Él se puso en tus zapatos y se puso en los míos; Él se pone en tu lugar y se pone en mi lugar; Él se pone en el lugar de la humanidad. No es un Dios disfrazado de hombre, es Dios hecho hombre".+