"Creer y confiar en Dios nos da identidad, certeza y seguridad"

  • 18 de julio, 2012
  • Formosa (AICA)
El lunes 16 de julio, la diócesis de Formosa celebró la fiesta de su patrona, Nuestra Señora del Carmen. Cientos de fieles se reunieron en la rotonda de la Virgen, en el acceso norte de la ciudad de Formosa, desde donde partieron en procesión con la imagen de Nuestra Señora del Carmen y junto con el obispo local, monseñor José Vicente Conejero Gallego. El pastor formoseño presidió la misa central y en la homilía manifestó que "la pérdida del sentido de la vida, quizá sea hoy para algunos, uno de los problemas más graves de nuestro tiempo. Y ante tanta desconfianza en sistemas, programas y proyectos meramente humanos, que no acaban de responder, no es pequeño estar convencidos, por la fe, que sólo Dios, por medio de Cristo, puede realizar y saciar plenamente los anhelos más profundos que hay en todo hombre y en la cultura de los pueblos".
El lunes 16 de julio, la diócesis de Formosa celebró la fiesta de su patrona, Nuestra Señora del Carmen. Cientos de fieles se reunieron en la rotonda de la Virgen, en el acceso norte de la ciudad de Formosa, desde donde partieron en procesión con la imagen de Nuestra Señora del Carmen y junto con el obispo local, monseñor José Vicente Conejero Gallego. Durante la marcha, se agitaron pañuelos y se compartieron los cantos y oraciones, conforme el grupo procesional avanzaba hacia el escenario montado en la avenida 25 de Mayo, frente a la catedral. El pastor formoseño presidió la misa central y en la homilía manifestó que "Dios, por su infinita misericordia, ya antes de la creación del mundo, nos pensó, eligió y llamó para ser sus hijos adoptivos, haciéndonos partícipes de su misma naturaleza y familia, por medio de su amado Hijo Jesucristo". "Creer y confiar en Dios ?dijo- nos hace saber quiénes somos; nos da identidad, certeza y seguridad, firmeza; alegría y paz al conocer de dónde provenimos y hacia dónde vamos. La pérdida del sentido de la vida, quizá sea hoy para algunos, uno de los problemas más graves de nuestro tiempo. Y ante tanta duda y sospecha, ante tanta desconfianza en sistemas, programas y proyectos meramente humanos, que no acaban de responder, no es pequeño estar convencidos, por la fe, que sólo Dios, por medio de Cristo, puede realizar y saciar plenamente los anhelos más profundos que hay en todo hombre y en la cultura de los pueblos". Monseñor Conejero Gallego aseguró que para alcanzar la paz y la unidad de todo el género humano "hay que partir del reconocimiento y aceptación de la supremacía de Cristo" y agregó que "el llamado a la humildad, mansedumbre y paciencia, a ejemplo de Jesús, y al amor mutuo, son condiciones necesarias para mantener y conservar la unidad del Espíritu, para vivir en la Paz". "La Fiesta diocesana en honor de Nuestra Señora del Carmen, Madre y Patrona de Formosa, nos convoca a contemplar los desafíos de la Iglesia y del mundo, a los que queremos mirar e interpretar a la luz de la fe cristiana", afirmó. El prelado de Formosa señaló: "Buscaremos y manifestaremos ante la sociedad la verdad y la justicia; defenderemos el matrimonio y la familia cristiana conforme al designio de Dios; con humildad y reconociéndonos pecadores y necesitados siempre de conversión, intentaremos, con la ayuda del gracia, ser testigos creíbles del Evangelio de Jesús". Como conclusión, el pastor reconoció que "vivir felizmente todos en la Unidad y en la Paz, es el designio amoroso de Dios Padre, gracia de Jesucristo y fruto del Espíritu Santo. Esta es la hermosa y gran vocación a la que hemos sido y estamos llamados". + Texto completo de la homilía