Catamarca concluye el Año Diocesano dedicado al beato Fray Mamerto Esquiú

  • 6 de enero, 2022
  • San Fernando del Valle de Catamarca (AICA)
Un nutrido programa de actividades está previsto para los días 8, 9 y 10 de enero tanto en la catedral Nuestra Señora del Valle como en el paraje El Suncho, a 139 años del fallecimiento del beato.

El próximo lunes 10 de enero la diócesis de Catamarca clausura el Año Diocesano dedicado a reflexionar sobre la figura y legado del beato Fray Mamerto Esquiú cuando se cumplen 139 años de su fallecimiento.

El programa difundido por la diócesis da cuenta de celebraciones tanto en la catedral del Santísimo Sacramento y de Nuestra Señora del Valle, en la capital provincial, como en el paraje El Suncho, departamento La Paz, lugar donde falleció fray Esquiú y donde fue beatificado el pasado 4 de septiembre.

Los tres días: 8, 9 y 10 de enero, en la catedral habrá a las 20 Adoración y rezo del Santo, y a las 21, celebración de la misa. 

El lunes 10, terminada la celebración eucarística se realizará la procesión con la imagen del beato Mamerto Esquiú alrededor de la plaza 25 de Mayo.

Ese mismo día a las 18.30 en El Suncho habrá un viacrucis; a las 20 celebración de la Eucaristía y a las 21 una procesión con antorchas y un desfile gaucho como cierre de la jornada.

El año diocesano comenzó el domingo 10 de enero de 2021, en el marco del Año Jubilar de San José y como preparación a la beatificación de fray Mamerto Esquiú. 

El objetivo del Año Diocesano, según explicó en su inicio, el obispo diocesano, monseñor Luis Urbanc, en una carta pastoral, fue “para concentrarnos comunitariamente en torno a la persona, las obras y las enseñanzas del santo fraile, cuyo nombre, escrito con indeleble tinta en los libros de la historia, está también connumerado en el Libro de la Vida Eterna”. 

“Alabaremos su perfección, invocaremos su intercesión y, sobre todo, nos propondremos seguir su ejemplo, para que nuestra devoción sea expresión de un amor activo que plasme en cada uno de nosotros la gracia, las virtudes y los dones que brillaron en él con peculiar fulgor”.

La carta pastoral concluía con la invocación: “Quiera el Señor que todos los fieles cristianos de Catamarca, ennoblecidos por la sagrada compañía de Fray Mamerto, nos sumerjamos con gozo, piedad y gratitud en este tiempo favorable, en este tiempo de salvación, para que gustemos y veamos qué bueno es el Señor y cuán felices son los que en él se refugian”.+