Francisco: "Solo la humildad es el camino que conduce a Dios"

  • 22 de diciembre, 2021
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Ante la llegada de la Navidad, el Papa dijo hoy, en la audiencia general, que "no olvidemos nunca que Dios nace para mí y para reconocer al Niño debemos recorrer el camino de la humildad".

"Sólo la humildad es el camino que nos lleva a Dios y, al mismo tiempo, precisamente porque nos lleva a él, nos lleva también a lo esencial de la vida, a su sentido más verdadero, a la razón más fiable por la que la vida vale la pena vivirla”, explicó el papa Francisco, en la mañana de este miércoles 22 de diciembre, a los fieles y peregrinos que participaron de la audiencia general celebrada en el Aula Pablo VI, en la que el pontífice dedicó su catequesis a la Navidad.

"Sólo la humildad nos abre a la experiencia de la verdad, de la alegría auténtica, del conocimiento que importa", aseguró Francisco: "Sin humildad estamos separados de la comprensión de Dios, de la comprensión de nosotros mismos". 

De ahí la invitación, improvisada, a ser "humildes, a comprendernos también a nosotros mismos, más aún a comprender a Dios". "Los magos también pueden ser grandes según la lógica del mundo, pero se hacen pequeños, humildes, y por eso mismo son capaces de encontrar a Jesús y reconocerlo", el ejemplo citado por el Papa: "Aceptan la humildad de buscar, de emprender un camino, de pedir, de correr riesgos, de equivocarse. Todo hombre, en el fondo de su corazón, está llamado a buscar a Dios y, con su propia gracia, puede encontrarlo”.

"Todos tenemos esa inquietud", continuó Francisco improvisando: "Nuestro trabajo no es ceder, es dejarlo crecer". Luego invitó a hacer la oración de San Anselmo: “Señor, enséñame a buscarte. Muéstrate cuando te busco. No puedo buscarte si no me enseñas; ni encontrarte, si no te muestras. ¡Que pueda buscarte deseándote y desearte buscándote! ¡Que pueda encontrarte buscándote y amarte encontrándote!" 

Al pronunciar su catequesis explicó que el motivo de la verdadera alegría es “saber que hemos sido amados sin ningún mérito, siempre somos precedidos por Dios en el amor, un amor tan concreto que se hizo carne y vino a habitar en medio de nosotros, en aquel Niño que vemos en el pesebre.

“Este amor tiene un nombre y un rostro: Jesús. Jesús es el nombre y el rostro del amor que está en el fundamento de nuestra alegría”.

En esta línea, el Papa invitó a “mirar con humildad”, a pedir al Señor “la gracia de romper el espejo de la vanidad, de la soberbia, de mirarnos solo a nosotros mismos” y en cambio “mirar a Jesús, mirar el horizonte, mirar a Dios que viene hacia nosotros y que toca el corazón con esa inquietud que nos conduce a la esperanza”.

A pocos días de la Navidad, el Santo Padre recordó “el acontecimiento del que no puede prescindir la historia: el nacimiento de Jesús” y animó a pensar que José y María fueron de Nazaret a Belén y que “al Creador del universo no le fue concedido un lugar para nacer”.

Personajes del pesebre
Luego, el Papa destacó algunos personajes que se pueden contemplar en el pesebre, como el ángel que “es un mensajero de Dios”; la estrella que “recuerda que Dios creó la luz y que ese Niño será ‘la luz del mundo’”; los pastores que “representan a los pobres de Israel, personas humildes que interiormente viven con la conciencia de la propia falta, y precisamente por esto confían más que los otros en Dios… y este encuentro los cambia profundamente”.

Además, el Santo Padre se refirió a los Magos y explicó que “los Evangelios no dicen que fueran reyes, ni el número, ni sus nombres. Con certeza se sabe solo que desde un país lejano de Oriente (se puede pensar en Persia, Babilonia o Arabia del sur) se pusieron en viaje para buscar al Rey de los Judíos, que en su corazón identifican con Dios, porque dicen que lo quieren adorar”.

“Los Magos representan a los pueblos paganos, en particular a todos los que a lo largo de los siglos buscan a Dios y se ponen en camino para encontrarlo. Representan también a los ricos y a los poderosos, pero solo a los que no son esclavos de la posesión, que no están ‘poseídos’ por las cosas que creen poseer”.

El pontífice señaló que “el mensaje del Evangelio es claro: el nacimiento de Jesús es un acontecimiento universal que afecta a todos los hombres”. Por ello, el Santo Padre invitó “a todos los hombres y mujeres a la gruta de Belén a adorar al Hijo de Dios hecho hombre” y dijo “cada uno de nosotros, acerquémonos al pesebre que encuentre en su casa o en la Iglesia, o donde sea, e intente realizar un acto de adoración en el interior: ‘yo creo que Tú eres Dios, que este niño es Dios, por favor, dame la gracia de la humildad para poder entender’”.+