Mons. Ojea: Hay que dejar que María "nos enseñe a abandonarnos en Dios"

  • 19 de diciembre, 2021
  • San Isidro (Buenos Aires) (AICA)
El obispo de San Isidro invitó a pedirle al Señor que la Virgen también "nos enseñe a esperar" y "a soñar con un futuro mejor para hacerlo más cercano".

El obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Vicente Ojea, destacó que “a medida que se acerca la Navidad toda la Iglesia se pone al lado de María, ella es la que sabe esperar, ella marca el tiempo de la espera”.

El prelado indicó que “lo primero que aparece en la Virgen es que ella no controla nada, por eso tiene miedo; no controla el futuro, no sabe qué va a pasar, no sabe qué le va a decir a José, no sabe qué le va a decir a sus padres, no sabe qué va a pasar en el pueblo; puede recibir una condena a muerte y sin embargo ella se arroja en Dios, se abandona en Dios y esto lo hace porque privilegia la caridad”. 

“El Evangelio de hoy, ‘la visitación’, nos la muestra apurada; la Virgen esta apurada y esta apurada por hacer el bien, esta apurada por acercarse a su prima, esta apurada por mostrar lo que le pasa; es como que esa caridad la pone en otra onda; la ayuda inmediatamente a abandonarse”, describió en su reflexión para el cuarto domingo de Adviento.

“Como nos cuesta a nosotros no controlar; en este tiempo que no sabemos si la pandemia no termina, no podemos terminar de dominarla, vamos y venimos con una cantidad de cosas; nos entristece, nos enoja, nos crispa porque no controlamos, no tenemos el control y hay tantas cosas en nuestra vida que no controlamos; y tienen que ver con nuestro corazón”, graficó.

Monseñor Ojea subrayó entonces la actitud de la Virgen María: “‘Abandónate en Dios’ nos está diciendo; arroja tus preocupaciones en Él y viví la caridad que le da sentido a tu vida, preocúpate del otro, y vas a ver cómo va a pasar como un ‘limpiaparabrisas’ sobre el vidrio de tu alma”.

“La segunda actitud de la Virgen en ese viaje, me imagino, habrá sido una profunda oración, solita viaja en la caravana; yo pasé por ese desierto de Judá; habrá ido en caravana soñando y rezando con su hijo en su seno y en su corazón. ¿Qué mujer pobre, embarazada, no le habrá contado sus sueños a los caminos? María allí sonaba y describía una oración nueva, la oración que ella nos hace con su Hijo”, prosiguió.

“Le pedimos al Señor, en este último domingo antes de la Navidad, poder estar junto a la Virgen esperando con ella, que nos enseñe a esperar, que nos enseñe a abandonarnos en Dios y que nos enseñe a soñar con un futuro mejor para hacerlo más cercano, que Dios los bendiga”, concluyó.+