Mons. Buenanueva: "El Señor está viniendo a nosotros. ¡Salgamos a su encuentro!"

  • 1 de diciembre, 2021
  • San Francisco (Córdoba) (AICA)
En el inicio del tiempo de Adviento, el obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, reflexionó sobre "El que está viniendo".

El obispo de San Francisco, monseñor Sergio Osvaldo Buenanueva, compartió este domingo sus reflexiones sobre el Evangelio que da comienzo al tiempo de Adviento: “Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación", citó.

"Comenzamos a caminar el Adviento. El Señor está viniendo a nosotros. ¡Salgamos a su encuentro!", exhortó el prelado. 

"La primera parte de este hermoso tiempo litúrgico está dominada por la esperanza grande que sostiene nuestra vida: el Resucitado, vencedor de la muerte, vendrá a consumar su obra", señaló. 

Por un lado, explicó, "el mundo, una y otra vez, experimenta miedo y pavor al contemplar la fragilidad de todo lo humano o la violencia que, de tanto en tanto, parece tener la última palabra sobre la historia".

"Los creyentes y discípulos de Jesús no escapamos de esta experiencia, pero tenemos una certeza, dada por el mismo Señor. Es la que proclama este Evangelio, y la que está en el centro de la espera del Adviento: lleno de poder y de gloria, el Hijo del hombre, Jesús el Señor, está viniendo a nosotros. De él proviene nuestra confianza, el ánimo que vence todo temor y la esperanza que sostiene nuestra vida", afirmó.

"Es lo que confesamos, cada domingo, en el Credo que recitamos después de la homilía, cuando expresamos nuestra fe en Jesucristo que 'está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos'", recordó.

"Él es el término de nuestra esperanza. Su juicio es la última palabra de Dios para el mundo. Es buena y alegre noticia. Es evangelio de salvación. Esa será la última palabra que escuchará el mundo cerrando y consumando la historia: una palabra de vida, de resurrección y de salvación", aseguró el prelado.

Esta "no es una espera animada por el terror o la angustia, sino por la confianza, la serenidad y la alegría de saber que todo, a pesar de todo, terminará bien", destacó. "La oración es una forma cotidiana, sencilla y al alcance de todos de vivir esta espera gozosa del Señor".

Por eso, este primer domingo de Adviento, propuso rezar así: “Señor Jesús, estás viniendo a nosotros. Siempre, a cada instante. Lo sabemos, porque es tu palabra la que enciende la esperanza en nuestros corazones. Pero somos frágiles y fácilmente nos dejamos ganar el corazón por el temor. Al iniciar, un año más, el camino del Adviento te suplicamos, por intercesión de María, de San Juan Bautista y de todos los santos que aprendieron a esperarte y a esperar en Ti, que renueves nuestro corazón en la alegría que nace de la esperanza. Amén".+