La Peregrinación Orionita en Buenos Aires visitó la parroquia Mater Misericordiae

  • 26 de noviembre, 2021
  • Buenos Aires (AICA)
Con motivo del cierre de los festejos por el centenario de la llegada de Don Orione al país, realizaron la peregrinación que pasó por Mater Misericordiae, iglesia donde el santo predicó en 1921.

En el marco del cierre de los festejos por el centenario de la llegada de Don Orione a la Argentina, se realizó la Peregrinación Orionita por la ciudad de Buenos Aires el sábado 20 de noviembre. La visita pasó por distintos templos porteños, entre ellos, Mater Misericordiae, la llamada “iglesia italiana” donde llegaron los primeros salesianos al país. Como exalumno de Don Bosco, san Luis Orione, estuvo predicando en esa parroquia en una de sus visitas a la Argentina, en 1921. 

La Peregrinación Orionita fue presidida por el superior mayor, padre Tarsicio Vieira DFP y la superiora general de las Pequeñas Misioneras de la Caridad, madre Mabel Spagnuolo PSMC, religiosa argentina.

Con un momento de oración y de relectura espiritual del itinerario del “santo de la caridad”, los peregrinos se unieron en acción de gracias, pidiendo por la obra de la Divina Providencia extendida en todo el mundo. 

San Luis Orione escribió el 31 de enero de 1940: “Jesús en el Santo Evangelio dice a sus discípulos: de ahora en adelante no los llamaré más siervos sino 'amigos'.  Un día, mejor dicho, una tarde, fui a confesarme con Don Bosco; ahora no recuerdo más, pero me parece poder decir que aquella fue la última vez que me confesó. Había apenas empezado el tercer año del secundario; yo era el más joven de los penitentes de Don Bosco. Después de haberme confesado me dijo estas textuales palabras: '¡Nosotros seremos siempre amigos!' Cuantas veces me encontré en dificultades y en tantas peripecias, y siempre me sentí animado y confortado por estas palabras que quedaron grabadas en mi corazón: ¡nosotros seremos siempre amigos!".

Para entender su misión, en 1848 explicó: “Mis reglas ustedes no las conocen, pero ustedes conocen mi vida y el fin por el cual trabajo: nada para mí, todo por Dios y por la Santa Iglesia Romana, y cualquier sacrificio para hacerme santo y salvar y consolar las almas de mis hermanos. Un corazón sin límites porque está dilatado por la caridad de mi Dios Jesús Crucificado”.

El encuentro de fe y fraternidad culminó con la proyección del mapping del museo que recrea la llegada de la primera expedición misionera a la Argentina presidida por monseñor Cagliero. La parroquia despidió a los peregrinos con los acordes de su antiguo órgano.+